Contaduría Pública enero 2021

También es probable que en 2021 aquellos sectores muy dependientes de la demanda interna y del des- empeño del mercado laboral, como es el caso de la construcción y de los servicios profesionales, regis- trarán solo una incipiente recuperación. Un indicador relevante para evaluar la perspectiva de crecimiento de la demanda interna en el corto plazo es la evolución del mercado laboral. Así, tanto en México como en EE.UU., la creación de empleos es un indicador adelantado, ya que anticipa la dinámica del consumo privado, rubro que en nuestro país representa alrededor de 70% del PIB. Durante 2020, la evolución del número de trabajado- res asegurados en el IMSS no fue alentadora. En oc- tubre de 2020 (últimas cifras publicadas a la fecha de entrega de este artículo) solo se habían recuperado 406 mil empleos de los más de un millón de empleos perdidos tras la pandemia. De hecho, es probable que la recuperación de la pérdida de empleos generada por el COVID-19 se dé hasta el segundo trimestre de 2021. La lenta recuperación que presentará el mercado labo- ral mexicano impactará la recuperación de los sectores anteriormente mencionados. No obstante, también hay que reconocer que existen factores que podrían acotar el impacto negativo del menor dinamismo del mercado laboral sobre el consu- mo privado. Así, el crédito bancario otorgado al sector privado no financiero continuará apoyando el gasto de los hogares mexicanos. Por su parte, los moderados ni- veles de inflación, probablemente, también impulsa- rán al gasto interno. De igual forma, dada la dinámica de crecimiento del mercado laboral en EE.UU., es pro- bable que el ingreso de México por remesas familiares mantenga un avance significativo, que favorecerá al gasto de consumo privado. La reactivación del gasto público no impulsará al crecimiento económico Un factor que contribuyó a la fuerte contracción eco- nómica de 2020 fue la atonía del gasto público en con- sumo e inversión. La mayoría de las economías, tanto emergentes como desarrolladas, emprendieron fuer- tes estímulos fiscales durante 2020 para amortiguar el impacto económico del COVID-19. No obstante, en el caso de México el estímulo fiscal que implementó el gobierno se ubicó en el último lugar del G20 con solo 0.6% del PIB (FMI). De hecho, dicho estímulo fiscal fue menor que el instrumentado en otras economías emergentes, como Brasil (8.4% del PIB), Perú (5.9%), Sudáfrica (5.3%) y China (4.7%; ver la gráfica 3). Gráfica 3. Estímulos fiscales en 2020 tras la Pandemia-Porcentaje del PIB A pesar del limitado estímulo fiscal que implementó el gobiernomexicano en 2020, el déficit fiscal en su defini- ción más amplia (Requerimientos Financieros del Sec- tor Público) aumentó a 4.7% del PIB, superando el 2.6% que fue aprobado en el Presupuesto de Egresos de 2020. El Gobierno Federal ha comentado en fechas recientes que tiene la meta de reducir dicho déficit fiscal a 3.4% en 2021, por lo que es altamente probable que el gasto gubernamental presente un crecimiento prácticamente nulo durante el próximo año. Ello implicaría que en tér- minos netos el gasto público no contribuiría ese año al crecimiento de la economía mexicana. La inversión privada continuará débil Un factor que afectará el ritmo de recuperación de la inversión durante 2021 es la posibilidad de que se pre- sente un nuevo recorte de la calificación crediticia de México, en respuesta a: 1) el impacto que podría tener el pasivo contingente de PEMEX sobre la estabilidad fiscal; 2) la debilidad de la perspectiva macroeconómi- ca de largo plazo, y 3) el limitado margen de maniobra fiscal del Gobierno Federal. Con relación al primer punto, dado un incremento en el diferencial de tasas entre la deuda de PEMEX y la deuda soberana es probable que el Gobierno Federal vaya a continuar apoyando a dicha empresa en el corto y mediano plazo mediante mayores inyecciones de capital y de una menor carga fiscal, lo que generaría presiones adicio- nales en las finanzas públicas del país. Por su parte, varias calificadoras ya han comentado sobre el impacto que podría tener la desaceleración económica en la calificación crediticia de México. En particular, Fitch Ratings señaló en su ratificación de la calificación crediticia y de la perspectiva estable de la misma, que, al darle prioridad a la estabilidad de las finanzas públicas en 2020, ello representó un costo significativo al crecimiento económico de México al impedir apoyar a los hogares y empresas. De hecho, el desempeño económico inferior de México frente a otras economías emergentes podría propiciar una reducción importante de los flujos de inversión extranjera. Actualmente, las tres principales calificadoras ubican la calificación crediticia de Mé- xico por encima del grado de inversión (ver cuadro 1). No obstante, de presentarse un recorte adicional de dicha calificación crediticia, ello impactaría desfavorablemente a la economía real al desalentar la inversión privada. De igual forma, un posible recorte de la calificación también podría tener implicaciones para el futuro de la política mo- netaria del banco central mexicano, ya que la tasa de referencia del Banco de México refleja, entre otros factores, la prima por riesgo país. Un recorte de la calificación cre- diticia podría implicar un incremento en dicha prima por riesgo. Por lo anterior, hay factores que podrían contribuir a que Banxico tenga un menor espacio para reducir su tasa de referencia en 2021 y, por lo tanto, no se observe el posible impacto positivo que ello podría tener en el ritmo de la actividad económica del país. Cuadro 1. Calificación crediticia de México Comentarios finales Lo descrito en esta nota indica que, en 2021, México continuará enfrentando un en- torno relativamente desfavorable, pero, significativamente, mejor que en 2020. Cabe señalar que hay otros factores no mencionados en este artículo, que también podrían mermar el limitado crecimiento económico de México, tales como: i) un menor di- namismo de la demanda interna derivado de la pérdida de productividad ocasionada por la pandemia; ii) la incertidumbre en torno al impacto de las políticas públicas sobre los flujos de inversión en nuestro país; iii) el incremento de la inseguridad que afectará los niveles de inversión tanto extranjera como doméstica, y iv) un debilita- miento de la confianza empresarial ante la poca rentabilidad de diversos proyectos de inversión pública y la expectativa de un menor crecimiento de largo plazo. Un aspecto que caracterizará al gasto privado en 2021 es que presentará un repunte de la actividad productiva en los sectores de comercio y servicios, que estuvieron deprimidos durante la pandemia DOSSIER 16 CONTADURÍA PÚBLICA 17

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