Contaduría Pública abril 2021

Actualmente, México es conocido como el “ombligo del mundo en materia de negocios”, pues su ubicación geográfica, riqueza natural, estructura logística y múltiples convenios internacionales en materia de comercio y fiscal, crean una atmósfera de convenien- cia para que los capitales extranjeros busquen posicio- narse en nuestro territorio con el ánimo de continuar sus negocios. Sin embargo, precisamente la propia riqueza cultural , traducida como una diversidad de costumbres, modis- mos y expresiones, es la que puede significar una po- larización de los intereses entre las distintas regiones , pues es claro que comúnmente hablamos de las regiones norte, centro y sur, y muy pocas veces nos referimos a México como la nación que implica, la cual debe ofre- cer las mismas posibilidades de desarrollo a todos sus estados. Al referirnos a capitales extranjeros , es preciso comen- tar que las bondades que ofrece nuestro país para las empresas del exterior al constituir sus negocios traen consigo una descapitalización natural de los benefi- cios económicos que estas generan, pues es claro que retornarán estos capitales a sus lugares de origen en el primer momento de adversidad que se presente, no importando la causa: sea esta natural, política, de los mercados, etcétera. Actualmente, el panorama de salud es la principal amenaza . El objetivo principal debería ser que las propias em- presas mexicanas sean las que generen la riqueza tan- to para sus socios y empleados, y al público en general por medio de las contribuciones de estos. Después del informe presidencial de 2020 , en relación con la emergencia sanitaria por el Covid-19, nuestro actual panorama de salud física se traslada a la salud finan- ciera de personas, empresas y gobiernos con magnitu- des no calculadas. Si bien las empresas mexicanas han desarrollado defensas inmunológicas ante el sinnúmero de situa- ciones adversas en el ámbito económico que ha ca- racterizado a nuestra economía, lo cierto es que el panorama vigente representará el mayor reto de los últimos 100 años . La economía moderna ha considerado como ejes de crecimiento a tres factores fundamentales: la tierra, el tra- bajo y el capital , siendo este último elemento el más escaso en las economías emergentes (como la mexi- cana) y que exigen una particular atención de cual- quier gobierno, pues este debe generar condiciones propicias para despertar e incentivar el interés del inversionista extranjero y canalice su capital al in- terior de nuestra economía, generándose con ello, al menos, tres de los cuatro elementos necesarios para Resulta oportuno para los propósitos de este artí- culo recordar que, para una sana convivencia, es menester que la carga impositiva respete los princi- pios constitucionales: Proporcionalidad, equidad y legalidad, e incluso el principio de reciprocidad social , relativo a la disposición de contribuir para el bien común. El ámbito de las relaciones humanas la reciprocidad es la acción que motiva a corresponder de forma mu- tua a una persona por los beneficios recibidos, en este caso, por reciprocidad social, nos referimos a la corres- pondencia en los bienes y servicios recibidos por parte de los particulares por el cumplimiento, espontáneo y oportuno de los particulares en sus deberes tributa- rios, visto más como acción colaborativa, en un forma- to de aportación, que como una obligación de la cual no puede eludirse. En este sentido la contribución fiscal debe ser di- rectamente proporcional al principio de reciprocidad social que implica la conjunción de las disposiciones fiscales, en atención de la promoción de los valores de solidaridad, compromiso, honestidad y responsa- bilidad, por el bien común, sin dejar de considerar que el principio de certidumbre jurídica y el respeto a los derechos humanos, deben constituir el marco que promueva, y sobre el cual gire, el cumplimiento tributario en nuestro país. De este modo, la reciprocidad social generará un proceso de inculturación en el cumplimiento tri- butario de los ciudadanos en México ya que, con el principio de reciprocidad social, las personas articularán un contexto cultural básico de convi- vencia que les permita desarrollar su juicio crítico, en concordancia con sus estilos de vida, costum- bres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época o grupo social determinado, observando un comportamiento res- petuoso del ciudadano con las normas de convi- vencia pública. Ante todo, valdría preguntarse ¿por qué a México siempre le toca remar contra corriente para estable- cerse como un gran país en el ámbito económico, más allá de lo cultural y natural? Sabemos que la diversidad de regiones en nuestro país ofrece una gran riqueza cultural y natural que sin duda lo posicionan como un gran destino turístico. El trabajo y dedicación de los mexicanos es milenario, pues nuestros ancestros se forjaron como una clase guerrera e intelectual , cuyos aportes han sido determi- nantes para entender el desarrollo cultural y económi- co del mundo contemporáneo. estimular el entorno económico (demanda agrega- da): inversión, empleo, y ambos conjugados, la expor- tación de bienes y servicios. El cuarto elemento de la demanda agregada le corresponde directamente al gobierno , pues implica el ejercicio de un gasto público de inversión que procure una infraes- tructura logística (puertos, aeropuertos, carreteras y demás) con las características necesarias de eficiencia, eficacia, transparencia y rendición de cuentas que los gobernados requerimos a la administración en turno. En estos momentos, los tres primeros elementos de demanda agregada en comento están en notable amenaza e inminente decadencia, pues, además, si consideramos otras fuentes naturales para la obten- ción de divisas en la economía como las remesas y el turismo, el escenario es inédito en el plano de lo ad- verso, pues al ser una afectación económica global, las economías fuente de la inversión extranjera na- turalmente preferirán fortalecer su mercado inter- no, brindando mejores condiciones a sus empresas para resguardar y optimizar al máximo posible sus factores de producción, principalmente el relativo al capital. Por si fuera poco, el precio internacional del principal producto de exportación mexicano, el petróleo, tam- poco ofrece un panorama de obtención de ingresos que ayuden a la obtención de divisas. Al no tener divi- sas, el Banco de México no puede realizar la clásica es- trategia de subastar dólares, cuando el tipo de cambio de este va al alza. Si, adicional a ello, consideramos las posibles modifi- caciones a la Ley del Banco de México, que posiciona al país en un alto riesgo de lavado de dinero, además de las restricciones a la entrada de capitales, el ataque a los modelos de negocios de aceptación mundial con el esquema de subcontratación y la nula negociación del gobierno con la iniciativa privada para fijar un salario mínimo adecuado a las circunstancias económicas ac- tuales, el escenario pareciera muy difícil para la reacti- vación económica. Hoy las unidades empresariales en nuestro país (que al cierre de 2019 representaban 12.4 millones según la Secretaría de Economía) están en jaque, y son tres piezas del ajedrez económico (al menos) las que lo amenazan: > El consumo > Las obligaciones laborales > Las obligaciones fiscales El consumo Amenazado por la contracción económica deriva- da de la disminución generalizada del interés de las personas por adquirir bienes o servicios que no sean básicos para su subsistencia, además de no haber condiciones para que empresas de otras economías encuentren un estímulo por invertir en México. Las obligaciones laborales Fundamentalmente, el pago de salarios y las corres- pondientes a la carga social (IMSS, SAR, Infonavit, e impuesto local sobre nóminas) recurriendo en prime- ra instancia a la celebración de acuerdos paraprocesa- les (paros técnicos) con los trabajadores (20 millones según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social Frente al inicio de un nuevo ejercicio fiscal, se estima necesario que los mexicanos desarrollemos una cultura de cumplimiento espontáneo de nuestros deberes tributarios DOSSIER 38 CONTADURÍA PÚBLICA 39

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