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Dr. Francisco Gerardo Barroso-Tanoira Universidad Anáhuac Mayab francisco.barroso@anahuac.mx Reflexiones sobre la era de la pandemia y más allá Implicaciones en el mundo laboral y en la educación Han sido diversas las reacciones que se han tenido a causa de la pandemia. En primer lugar, puede decirse que fue inesperada. Al principio se escuchaba como una enfermedad asiática y que estaba muy lejos. Sin embargo, con el correr del tiempo vimos que se acercaba y que la gente cercana a nosotros empezaba a padecerla o había fallecido. Nunca habíamos visto algo igual… al menos la gente de nuestra generación, y hay analistas que opinan que es lo más grave que le ha sucedido a la humanidad desde la Segunda Guerra Mundial. Como sea, el virus ya está aquí y tendremos que acostumbrarnos a vivir con él, esperando a que no mute a alguna variante más letal. La “nueva realidad”, que es nuestra realidad, se ha convertido en una era en la que debemos aumentar las medidas sanitarias y ser perseverantes para seguirlas. Sí, la pandemia nos ha afectado en diversos ámbitos: el humano, económico y social, pero también ha sido una excelente maestra que nos ha empujado, en el corto plazo, a desarrollar capacidades que no imaginábamos que teníamos. El uso de las plataformas informáticas es un ejemplo de ello. Antes las usábamos para divertirnos e interactuar con amigos y familiares que se encontraban empresas internacionales. Tuve la fortuna de trabajar con la Dra. Dolores Ruiz Lozano, de dicha institución española, para la realización de este trabajo, en el que tuvimos la oportunidad de hacer un diagnóstico con los CEO de diferentes empresas de talla internacional. De dicho trabajo surgieron las siguientes reflexiones: > Continuamente se dará un crecimiento en el teletrabajo. El CEO de una de las empresas (ramo de aseguradoras) indicó que hubo un choque cultural inicial, ya que los jefes no aceptaban el teletrabajo porque estaban acostumbrados a ver a su gente trabajando. Las empresas coincidieron en que lo más importante es su personal, por lo que cuando supieron del riesgo por COVID 19 (todas tienen operaciones en Asia), inmediatamente enviaron a su personal a casa e implementaron protocolos sanitarios. Por cierto, dicha empresa de seguros indicó que las oficinas centrales ocupaban diez pisos de un edificio, pero con el teletrabajo han descubierto que pueden trabajar con la misma efectividad con solo tres, lo que implica un ahorro muy significativo en cuanto a renta, electricidad y servicios. > Habrá un mayor énfasis en el trabajo en equipo, el cual deberá analizarse. De las entrevistas, me queda la reflexión personal de la necesidad de redefinir el concepto de trabajo en equipo, ya que podría pasar de un trabajo colaborativo en que todos hagan parte de la tarea, a un equipo de especialistas trabajando individualmente, compartiendo sus resultados a alguien que los coordinará. En ambos casos debe lograrse sinergia positiva, es decir, que juntos logren más que lo que cada uno haría por separado. > Se ha dado mayor eficacia y eficiencia en las reuniones. Las juntas que antes tardaban horas, ahora se dan en una hora u hora y media, en que la gente es más productiva y terminan más satisfechos. Todos llegan mejor preparados a las reuniones. > Las personas estarán más pendientes de sus compañeros, lo que implica un cambio de hábitos y en la cultura organizacional. Esto enfatizará más el liderazgo, el trabajo remoto y la comunicación a distancia. El reto es no perder la identidad ni la mística de trabajo a pesar de que la gente esté en diferentes lugares y conviviendo en otros contextos al mismo tiempo. > Por supuesto, habrá mayor uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), favoreciendo el trabajo en equipos autodirigidos. Villana y maestra Desafortunadamente, la pandemia ha afectado la economía de manera general. El desempleo ha aumentado como consecuencia de ella, pero no es su única causa. Sin embargo, la pandemia, lo vuelvo ha decir, ha sido una excelente maestra, aunque muy cruel. Así como hubo negocios que cerraron, también surgieron oportunidades para los emprendedores. Por ejemplo, en Mérida (mi ciudad), en el estado de Yucatán, en el sureste de México, está el caso de un empresario restaurantero que dijo: “gracias a la pandemia estoy abriendo mi tercer restaurante” (Barroso-Tanoira, 2020). Él se dio cuenta de que aún con la pandemia, la gente quería pagar por su comida, pero sin salir de casa. Pues entonces en lugares lejanos, aunque en algunas ocasiones nos servían para conexiones de trabajo. Debido a la pandemia, las hemos usado todos los días, desde reuniones empresariales hasta la impartición de clases mediante ellas. Hemos tenido que aprender a preparar sesiones de clase virtuales, con todo lo que ello implica para transmitir nuestro conocimiento y lograr que los estudiantes lo asimilen, le encuentren sentido y lo puedan aplicar, variando las actividades y trabajando en equipo a distancia. En mi caso, los tesistas y yo nos reuníamos físicamente antes de la pandemia, pero debido a ella hemos aprendido a trabajar de manera remota vía plataformas, con lo que hemos incrementado el número de asesorías para la dirección de las tesis, logrando que avancen con mejor ritmo. ¿Cómo no se me había ocurrido hacerlo así antes de la pandemia? Una experiencia internacional En el semestre agosto-diciembre de 2020 tuve la oportunidad de codirigir un estudio internacional COIL (Collaborative Online International Learning) con la EAE Business School, Campus Barcelona, España, en el que doce estudiantes de mi institución (la Universidad Anáhuac Mayab) y doce de ese país trabajaron en conjunto, divididos en equipos, para elaborar planes de contingencia para MISCELÁNEO 48 CONTADURÍA PÚBLICA 49

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