Revista edición especial Contaduría Pública Mejores Artículos

ISSN 2594-1976 Año 50-595-MARZO 2022 Aprendizaje postpandemia Mtro. Jorge Familiar Calderón Vicepresidente y Tesorero del Banco Mundial Entrevistas Lic. David Rogelio Colmenares Páramo Entrevista Auditor Superior de la Federación Lic. Mario Arturo Molina Casares Vicepresidente de Grupo Aviomar CONTADURÍA PÚBLICA 53 VUCA, las siglas de un mundo impredecible C.P.C. y M.I. José Mario Rizo Rivas Socio Director de Salles Sainz-Grant Thornton en Guadalajara mario.rizo@mx.gt.com Síntesis ¿Cuál es la diferencia entre un gran líder de empresa y uno mediocre? La misma que distingue a un brillante general o a un entrenador de talla mundial: su capacidad para adaptarse a las circunstancias, para dar resultados día tras día a pesar de que el siguiente nunca será igual que el anterior. A veces, los resultados no llegan inmediatamente; en muchas ocasiones hay que tener paciencia para verlos florecer, la visión para mirar más allá de las circunstancias adversas y la pericia para sobrellevarlas mientras el trabajo duro da sus frutos. En el entono VUCA, la calidad de las relaciones define la efectividad del líder. Desafortunadamente, la adversidad es como navegar en el mar revuel to: hay muchas olas , el viento sopla desde var ias di recciones , con trabajos se ve el hor izonte. Una de las caracter íst icas tramposas de los t iempos adversos es que es di f íci l dist ingui r cuál de esas olas o vendavales es una amenaza y cuál es realmente una oportunidad. En una palabra, muchas veces la adversidad es impredecible. Visión, paciencia y resi l iencia son cual idades clave de cualquier estratega, especialmente en los escenar ios donde es muy di f íci l ant iciparse a las ci rcunstancias . Este concepto de lo impredecible me recuerda una cur iosa fábula que, si no me equivoco, se remonta a la ant igua China. Tal vez, quizá… Un buen día, el caballo de un campesino se escapó. Su vecino le dijo: “¡Qué mala suerte has tenido!”, pero el campesino le contestó: “tal vez”. Al día siguiente el caballo regresó, pero ahora acompañado de cinco yeguas. El vecino no lo podía creer. “¡Qué buena suerte has tenido!”, exclamó. El campesino no parecía sorprendido, solo se limitó a decir “tal vez”. Días después, el hijo del campesino se cayó de aquel mismo

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