Contaduría Pública

Mucho se habla de que las máquinas sustituirán a los humanos, en especial a las diferentes profesiones, y en particular a los Contadores Públicos, y de que los empresarios ya no los van a necesitar, que lo importante es la infraestructura y la tecnología para agilizar los procesos productivos. Esto sería fatal si tomamos en cuenta la tasa de desocupación que hay en la actualidad en México. A pesar de que se dice que ya están aumentando los trabajadores inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social, cabe preguntarnos: ¿cuánto ganan y cuál es el salario que manifiestan al inscribirlos? Viene a colación otra cuestión: ¿Les alcanza para pagar la canasta básica en un contexto de alta inflación? Estamos seguros de que no. ¿Qué pasaría si, al faltar poder adquisitivo, las personas no compran los productos? ¿Quién adquiriría lo que producen si la pobreza está en su mayor impacto después de la pandemia de COVID-19? Ante las situaciones descritas, tal vez los empresarios piensen que lo mejor es exportar su producción; no obstante, consideramos que esto no sería lo más adecuado si tomamos en cuenta que México y Latinoamérica tienen una enorme riqueza desde el punto de vista del talento humano. De nuestras universidades han egresado profesionales de gran valor, con una excelente preparación académica. Por ejemplo, Guillermo González Camarena, ingeniero mexicano egresado del Instituto Politécnico Nacional, fue el creador de la televisión a color; inventó el Sistema Tricromático Secuencial de Campos, lo patentó en México y después obtuvo la patente en EE.UU. Este sistema, basado en el uso de los colores rojo, verde y azul mediante un disco con rayos catódicos, permitió dar color a las imágenes en blanco y negro. Nos parece que podemos solucionar parte de los problemas de la pobreza con una buena educación, la cual debe estar acorde con nuestras necesidades. El valor del talento humano en las organizaciones Por ello, es importante que el talento humano elija entre dos opciones: aceptar que se puede sobresalir o resignarse a no hacerlo. Es obvio que si reconoce los errores que cometió tendrá la oportunidad de evitar el conflicto y activar una luz que le permitirá ver la claridad, y con visión y liderazgo hacer crecer a la organización o a sí mismos. Si se resigna se vuelve un líder pasivo y, por ende, llevar por un camino equivocado a la organización. La pregunta es: ¿qué deseamos, quedarnos como estamos o que valoren nuestros talentos? Usted, amable lector de la revista Contaduría Pública, ¿cuál camino escogería? ¿Aceptar el contexto en que vivimos ahora y buscar y encontrar una estrategia para salir airosos de una brecha apretada y con demasiados obstáculos o resignarse ante las exigencias de la economía de mercado? A su vez, las universidades tienen un enorme reto: impartir educación con planes de estudio enlazados en una malla curricular que sume valor a los estudiantes, quienes son el futuro de nuestro país y de nuestro planeta. El consejo es que no se rindan, persistan y logren salir avante en la misión que tienen encomendada: formar profesionistas útiles a la sociedad. Tenemos que preparar profesionales que reflexionen y que se desempeñen de manera óptima en los sectores productivos para beneficio de la sociedad y del país. Señores empresarios y emprendedores, no dejemos escapar las oportunidades. Amen a su hogar, que es el país donde viven. Necesitamos que den valor al talento humano que tenemos en México. Dr. Carlos Enrique Pacheco Coello y Mtra. Ana Beatriz de Jesús Vargas Loaiza Coordinadores de Dossier 10 11

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