Contaduría Pública

C.P.C. María Margarita Aranda Martínez Socia Maranda Consultores, S.C. margarita@marandaconsultores.com.mx Se ha referido al talento como una habilidad, aptitud o inteligencia para comprender y resolver problemas por parte del ser humano, lo cual pareciera que es un don que en mayor o menor condición se tiene por naturaleza; sin embargo, debemos considerar al talento como la capacidad especial o facilidad para “aprender” una tarea determinada, con lo que todo individuo debe ser considerado apto para tener o desarrollar el talento. Hemos sido testigos de esta revolución del conocimiento y de la ciencia que en los más recientes años toda la actividad humana ha venido llevándose a cabo con el uso intensivo de la tecnología, permitiendo el manejo de grandes volúmenes de información y con una respuesta prácticamente en tiempo real; tecnología que se ha democratizado con el acceso a computadoras y teléfonos inteligentes por un segmento significativo de la sociedad, cubriendo grandes partes de la geografía nacional y mundial. La necesidad del talento humano para hacer una auditoría con valor Síntesis Si bien es conocida la digitalización de la información y la automatización de los procesos del negocio, esto aún no podrá superar el talento humano, por lo que debe aprovecharse para ser más eficientes, siendo esto aplicable a la auditoría, en especial ante la necesidad de análisis de la gestión de crisis, continuidad del negocio y respuesta a los desastres. La sociedad en su conjunto y las organizaciones en lo individual deben generar las condiciones necesarias que permitan que las personas desborden su talento y, en su caso, lo desenvuelvan. Por nuestra parte, a los profesionales de la Contaduría nos corresponde, con apoyo de la tecnología, destacar el talento humano en las diversas actividades en las que nos desempeñemos, como es el caso de los trabajos de auditoría. En este orden de ideas, el auditor se vale de múltiples herramientas tecnológicas que van desde lo esencial como hojas de cálculo, software de gestión de auditorías, administración del trabajo hasta otras más sofisticadas como son Big Data, data analytics, machine learning e inteligencia artificial, mediante las cuales se procesa y analiza información valiosa en importantes cantidades, identificando patrones y realizando predicciones, imitando la inteligencia humana. Como se observa, estas herramientas le permiten al auditor gestionar datos a grandes volúmenes, de manera ordenada y expedita, con la facilidad de organizarlos conforme sea el objetivo de su trabajo, lo cual potencializa su capacidad de análisis que, conjugado con su talento, podrá atender y resolver situaciones críticas desde la evaluación, la planificación, la interpretación y las mejoras en la administración de los riesgos, proporcionando así una auditoría con valor. La generación de valor en los trabajos de auditoría se logra por el profesional especializado, empleando sus capacidades y experiencia, cumpliendo con los estándares de calidad, normativos y éticos, con mayores perspectivas para el trabajo ofrecido, vigilando la independencia en la ejecución de su actividad, otorgando a su cliente oportunidades de mejora en diversas áreas del negocio, tomando en consideración los beneficios que de ello puede obtener la organización (detección de riesgos, disminución o ahorro de costos, o incremento de utilidades), lo cual tendrá, en consecuencia natural, lograr y mantener la confianza de quien solicite sus servicios y de la sociedad en general. La actividad de observación realizada durante la auditoría para detectar situaciones que pudieran ser reconocidas en las conclusiones del trabajo de auditoría (como lo es el reconocimiento del estado físico de la empresa, la existencia o no de los bienes, la condición de los inventarios, la efectiva capacidad instalada, el volumen de operación, la cantidad de trabajadores, entre muchos otros conceptos), conjugada con la experiencia y talento del auditor, difícilmente podrá ser superada con el uso de la tecnología, pues la sensibilidad y destreza en el análisis de la situación permitirá que el profesionista utilice el juicio de valor y la toma de decisiones, en aspectos cualitativos. Aceptando esta transformación de la auditoría tradicional a una auditoría más automatizada, no podemos dejar a un lado la necesidad del talento humano para mayor impulso del trabajo. Como se ha apreciado, el uso de las herramientas tecnológicas facilitará y agilizará el proceso de una auditoría, apoyados por expertos de otras profesiones; sin embargo, la definición final de los alcances y pruebas, así como enfoques, sin dejar pasar por alto la evaluación de los datos sobre controles y la conclusión de su trabajo, estarán basadas por el denominado juicio profesional. La actividad que se realiza en una auditoría, en cualquiera de sus objetivos y alcances, lleva consigo el valor compartido, es decir, considera los valores social y económico, de cuyo resultado se tendrán efectos hacia terceros, directos e indirectos, por lo que, para la ejecución del trabajo, 32 DOSSIER DOSSIER 33

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