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ISSN 2594-1976
Artículos

Responsabilidad social. Rumbo a la ISO 26000 RS

admin - 3 febrero, 2012

Dr. Leonardo Alfonso Verduzco Dávila
Director División Negocios Anáhuac Mayab
alfonso.verduzco@anahuac.mx

“En la sociedad actual se requieren compañías que reconozcan que lo que hagan o dejen de hacer impacta los entornos humanos y ambientales en las que actúan, y que es en la gestión de estos donde recae su responsabilidad social”

El creciente interés que la responsabilidad social ha adquirido en el mundo no es un fenómeno pasajero. Esto es debido al cambio de prioridades en el sistema de valores en el ser humano, que le ha dado una mayor importancia a cuestiones ambientales, condiciones laborales idóneas y desarrollo armónico de la sociedad.
Debido al abuso de la naturaleza, del uso excesivo de tecnologías, de la explotación del mal llamado recurso humano, hoy por hoy nos estamos planteando la posibilidad del desarrollo de la responsabilidad social en cualquier tipo de organización, sin importar su giro o situación geográfica. No hay que perder de vista que la meta de cualquier empresa es obtener utilidades y cumplir con los objetivos de la empresa, pero hay que establecer que deben ser desarrollados estratégicamente con un fundamento de responsabilidad social, volviendo los ojos a lo básico, a lo importante y que le da valor a la empresa: el ser humano. Tomando en cuenta que la empresa es un ente que trabaja con y para el ser humano.
La Organización Internacional para la Estandarización presentó a finales del año pasado la ISO 26000. Así como la serie 9000 se dedica a medir la calidad en los procesos y la 14000 está destinada a certificar el cuidado y la preservación del medio ambiente, la serie 26000 está enfocada en la responsabilidad social.
México participó en las negociaciones de dicho estándar mediante el Comité Espejo, que a su vez fue coordinado por la Dirección General de Normas de la Secretaría de Economía, por medio del Instituto Mexicano de Normalización y Certificación. El desarrollo de la ISO 26000 RS permitirá avanzar hacia la adopción de estándares que midan la eficiencia de prácticas de responsabilidad social, así como establecer una definición universal sobre este concepto.
¿Pero estarán las empresas dispuestas a aceptar la responsabilidad social como parte fundamental en su gestión? Más aún, a pesar de toda esta euforia que hay por el tema, ¿estarán preparadas la empresas mexicanas para asumirla? Las palabras clave son: responsabilidad social, stakeholders, norma y filantropía.

ANTECEDENTES DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL
Son diversos los organismos que han propuesto lineamientos para regular el comportamiento ético de las empresas que abogan por una “globalización con cara humana”,1 en este sentido, dentro de las propuestas clave están las siguientes: Libro verde, elaborado por la Unión Europea, que marca los lineamientos para fomentar la Responsabilidad Social empresarial (RSE) en las empresas europeas e internacionales, que aumenta la transparencia. Las Directrices para Empresas Multinacionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuya finalidad es promover la cooperación de las multinacionales al desarrollo sostenible, así como fomentar las actuaciones responsables de estas empresas en las comunidades que operan. El Pacto Global de la ONU, iniciativa lanzada con el objetivo de promover la conciliación de los intereses empresariales con los valores y demandas sociales y la Declaración tripartita de principios concernientes a las empresas multinacionales y la política social.
A pesar del trabajo que en materia de responsabilidad social han llevado a cabo estos organismos, aún no se ha logrado una definición de RSE mundialmente aceptada ni existe un consenso en cuanto a sus objetivos y elementos. Así que partamos de la que establece la Comunidad Europea y que fuera retomada por la ONU, “La RSE se refiere a la integración voluntaria por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores”.2
A diferencia de la filantropía, conformada por actividades asistenciales, la RSE se concibe como una estrategia del negocio que conlleva a identificar a todos los grupos de interés en el negocio y a actuar buscando la rentabilidad de la misma en sincronía con los intereses de todos ellos.

CRÍTICAS AL DESARROLLO DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL
Así como hay diversos públicos que abogan por la puesta en marcha de normas o estándares que evalúen las acciones que en materia de responsabilidad realizan numerosas empresas, también existen diversas críticas al desarrollo de la misma, como son el hecho de que la RSE está conformada, casi siempre, por enunciados de intención, pero no por procedimientos reales que puedan ser evaluados; que la RSE se haya concebido como una tarea exclusivamente de las empresas multinacionales y se han descuidado las micro y medianas empresas, que como no hay un consenso mundial de lo que significa la RSE y lo que se debe evaluar en cada empresa, cada quien hace lo que considera que es ser responsable socialmente, en lugar de hacer lo que se debe hacer.

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL EN AMÉRICA LATINA
La responsabilidad social es un tema presente en América Latina desde el siglo XX, aunque el principal nexo que ha tenido la empresa con su comunidad ha sido la filantropía. Precisamente, países como Chile y Brasil que tienen una larga historia de actividades filantrópicas en el ámbito empresarial son la punta de lanza en este tema.
Las principales organizaciones que promueven el tema son: El Instituto Ethos de Brasil que se creó en 1998; Acción Empresarial de Chile en 1999; Perú 2021 que se creó en 1994, y el Centro Mexicano de la Filantropía de México, en 1988.
Todas estas organizaciones conforman la red EMPRESA,3 una alianza que impulsa el desarrollo de la RSE. Los temas clave del entorno internacional para esta red denominada EMPRESA son: ética empresarial, ambiente laboral, medio ambiente, marketing responsable y compromiso con la comunidad.
Uno de los país en América Latina cuyo avance más grande en el tema de la responsabilidad social empresarial es Brasil, donde casi 500 empresas ofrecen reportes públicos, incorporándose al Índice Dow Jones de Sustentabilidad que refleja el compromiso con la responsabilidad social de empresas cuyas acciones son cotizadas en bolsa. Un ejemplo de esto, es la empresa brasileña Natura, que se dedica a la producción y comercialización de cosméticos. Esta empresa fue creada en 1969 con un capital de nueve mil dólares, abriendo su primera tienda en un garaje. Hoy, 35 años después, su volumen de negocios asciende a más de $1,200 millones de dólares, y en el ranking de la revista de negocios Exame aparece como una empresa modelo en RSE desde 2000.4

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL EN MÉXICO
Los orígenes de la RSE en México datan de mediados del siglo XX, debido a dos organizaciones que apoyaron el tema: la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) y la -en ese entonces- Unión Social de Empresarios de México (USEM).
En 1989 se crea el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI), una asociación civil no lucrativa que promueve la responsabilidad social en las empresas, fundaciones e individuos, así como la sustentabilidad de las organizaciones sin fines de lucro y el involucramiento cívico. Su sede se encuentra en la Ciudad de México y su ámbito de acción abarca todo el país. Están afiliadas al CEMEFI, alrededor de 400 Instituciones de asistencia y promoción y 20 personas en toda la República Mexicana; 22 dependencias gubernamentales e instituciones internacionales son usuarios de nuestros servicios. De esta forma la comunidad del Centro Mexicano para la Filantropía se integra por más de 630 miembros.
El CEMEFI otorga el distintivo RSE, previa revisión anual a empresas que tienen prácticas en los siguientes aspectos: contribución a la calidad de vida dentro de la empresa; desempeño con un código de ética; vinculación e involucramiento de la empresa con la comunidad, y cuidado y preservación del medio ambiente. Además, las empresas deben asumir, adoptar y publicar los indicadores ESR que indican el grado de acción de la RSE. Desde la implementación de este distintivo, el número de empresas que lo han obtenido ha ido en aumento. Incrementando de 16 en 2001 a 124 en 2005.5
En mayo de 2000, el CEMEFI invita, por primera vez, a congregaciones empresariales mexicanas: el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), la Confederación USEM (Unión Social de Empresarios de México) y Desarrollo Empresarial Mexicano (DESEM), a participar junto con el CEMEFI en la convocatoria a un congreso hemisférico sobre el tema de responsabilidad social empresarial, cuyo éxito propicia el terreno para el seguimiento y consolidación de las consultas y trabajos en materia de responsabilidad social empresarial, de forma conjunta.
A esta iniciativa se suma también la CONCAMIN para constituir AliaRSE (Alianza para la Responsabilidad Social Empresarial), con siete organizaciones nacionales como la suma de las voluntades de organizaciones empresariales comprometidas e interesadas en promover la responsabilidad social empresarial en México.
Dicho organismo establece las siguientes líneas principales de estrategia de negocio orientadas a la RSE:6

  • Generación de riqueza, proporcionando los bienes y servicios que demande la comunidad con eficiencia y alta calidad, favoreciendo una justa distribución de la riqueza y asegurando la permanencia y crecimiento de la empresa.
  • Ética empresarial para todas las partes relacionadas.
  • Calidad de vida en la empresa que fomente un ambiente de trabajo sano, estimulante, seguro, creativo, no discriminatorio, incluyente.
  • Desarrollo de la comunidad, identificando las necesidades y expectativas de la comunidad, impulsando la colaboración de las partes.
  • Cuidado y preservación del medio ambiente, cumpliendo los requisitos establecidos por la ley y promoviendo innovaciones tecnológicas e iniciativas que mejoren el desempeño de su cadena de valor produciendo un efecto positivo en el medio ambiente.

Aunado a toda esta labor que desarrollan las organizaciones mencionadas, el concepto de la RSE en México ha ido cobrando importancia, debido a iniciativas de empresarios mexicanos como don Lorenzo Sertvije, de la empresa Bimbo con su enfoque humanista y don Carlos Slim del Grupo Carso con su propuesta de una perspectiva empresarial vinculada al desarrollo nacional y la creación de empleos, apoyando tres áreas básicas:

  • Educación (un programa de becas que se propone estimular que el talento se quede en México y contribuya a la nación).
  • Salud (apoyando a médicos voluntarios para que realicen operaciones en comunidades alejadas).
  • Justicia (reincorporación de pequeños delincuentes de primera falta).

A diferencia de otros países en los que el tema de responsabilidad social es relativamente nuevo, México ha avanzado en ese camino, ha logrado establecer la norma mexicana de responsabilidad social NMX-SAST-004-IMNC-2004, que marca las directrices para la implementación de un sistema de gestión de responsabilidad social, como resultado de sesiones de trabajo y consenso de los grupos de interés.
La última reunión de trabajo para definir la ISO 26000 tuvo lugar en enero de este año en Sídney, Australia. Dentro de los principales avances que se lograron en dicha reunión se encuentran los siguientes:
Se está trabajando en la redacción de la misma para que la norma sea igual para organizaciones de cualquier tamaño y región geográfica, por lo que se decidió eliminar la letra “E” a la ahora RS (Responsabilidad Social), ya que, originalmente, estaba destinada a las empresas, pero ahora involucra a la sociedad en conjunto, lo cual es totalmente válido, ya que si no entendemos que esto es responsabilidad de todos y cada uno de los seres humanos no podremos avanzar.
“Hasta el momento, con la norma en cuestión se ha logrado un consenso de lo que es la responsabilidad social y establece la RS como la responsabilidad de una organización por los impactos de sus decisiones y actividades en la sociedad y en el medioambiente, a través de un comportamiento transparente y ético que: es consistente con el desarrollo sustentable y el bienestar de la sociedad, toma en cuenta las expectativas de los stakeholders, cumple con las leyes aplicables y es consistente con las normas internacionales de comportamiento y está integrado a través de toda la organización.”7
En esa misma reunión se propusieron como principios de la RS:

  • El cumplimiento de la ley, el respeto de los instrumentos internacionales reconocidos.
  • El reconocimiento de los derechos de los stakeholders, Accountability (rendición de cuentas).
  • La transparencia.
  • El desarrollo sostenible.
  • La conducta ética.
  • El principio precautorio.
  • La supremacía por el respeto a los derechos humanos fundamentales.
  • El respeto por la diversidad.

Esta norma será de carácter voluntario, no certificable, pero establecerá conceptos aceptados mundialmente y métodos de valuación sobre este tema y generará un estándar internacional, que contará con el respaldo y prestigio de la ISO (Organización Internacional para la Estandarización).

PRINCIPALES DESAFÍOS EN MÉXICO
Dentro de los principales desafíos existentes en México estará en definir los mecanismos de validación de la ISO 26000 RS, ya que, como mencioné, no tiene el propósito de ser certificatoria, regulatoria o de uso contractual.
Asimismo, sería importante que la norma mexicana de responsabilidad social NMX-SAST-004-IMNC-2004 existente en la actualidad sea de conocimiento y uso de todo tipo de organizaciones, independientemente del giro o tamaño. Logrando hacer consciencia que es trabajo de todos y no exclusivo de empresas multinacionales. De esta forma la sociedad en general estaría más informada sobre estos temas, lo que facilitaría la aplicación en su momento de la norma ISO 26000 RS.
Otro último aspecto que habría que tomar en cuenta son las diferencias culturales que existen entre los involucrados en la elaboración de la norma y también en ese sentido esta quiere ser lo más universal posible. Es verdad que los entornos son distintos, pero los temas básicos son los mismos y hay un acuerdo en que así sea, además hay un consenso entre el sector privado en que este es un momento en que necesitamos consensuar el lenguaje, entender el concepto y ponernos de acuerdo en este.
Por lo descrito a lo largo de este breve documento es necesario que para tener una acogida positiva la norma ISO 26000 RS en México se trabaje en difundir a lo largo y ancho del país y en todo tipo de organizaciones lo que en verdad es y los beneficios que trae incorporar la responsabilidad social a la gestión de las organizaciones y, en general, a la vida de cada uno de quienes conformamos este país.

CONCLUSIÓN
Como país todavía nos queda mucho camino por recorrer en cuanto a la RSE, pero debemos estar conscientes de que todo indica que se convertirá en una herramienta internacional estandarizada y que solo adoptándola podremos fomentar la competitividad.
Según Zadek8 (2002), para ejercer la responsabilidad social empresarial plena, primero tendríamos que sentar las bases como país, cumpliendo con las leyes ambientales, laborales de seguridad, sociales; posteriormente, podríamos avanzar al segundo escalón de la RSE que es la filantropía, la elaboración y cumplimiento de estándares industriales; luego, pasaríamos a un tercer peldaño, en donde se innovarían procesos, productos y se crearían nuevos modelos de gestión basados en los principios de la RSE con el objetivo principal de la sustentabilidad; finalmente, pasaríamos al pleno desarrollo de la RSE con multi-stakeholders, estándares y asociaciones, el fortalecimiento de instituciones y políticas públicas que aboguen por el desarrollo de la RSE y en donde las empresas se convierten en promotoras del desarrollo sostenible.
En función a lo anterior es imprescindible que en nuestro país, la Norma Mexicana de Responsabilidad Social NMX-SAST-004-IMNC-2004, existente en la actualidad fuera de conocimiento y uso de todo tipo de organizaciones independientemente del giro o tamaño. Logrando hacer conciencia de que es trabajo de todos y no exclusivo de empresas multinacionales. De esta forma la sociedad en general estaría más informada sobre estos temas, lo que facilitaría la aplicación de la norma ISO 26000 RS. Aunado a políticas públicas que estimulasen la adopción de dicha norma, que lograse incorporar al país en un nivel de competitividad global y de un compromiso por parte del sector educativo de fomentar la generación y difusión de material sobre la RSE e incentivando el consumo en productos, servicios e inversiones responsables.
Por lo tanto, es imperativo que se trabaje en difundir a lo largo y ancho del país y en todo tipo de organizaciones lo que en verdad es y los beneficios económicos y sociales que trae incorporar la responsabilidad social a la gestión de las organizaciones y, en general, a la vida de cada uno, sobretodo, hacer conciencia en los empresarios mexicanos de que la RSE no es un elemento de relaciones públicas, sino que debe ser el eje que rija las estrategias empresariales y que solo mediante ella se podrá ser competitivo mundialmente y captar las inversiones que nuestro país requiere para su desarrollo económico.

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