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ISSN 2594-1976
Artículos

Energía eléctrica. Uso eficiente

admin - 4 septiembre, 2012

Dra. Ana Luz Quintanilla Montoya
Directora del Centro Universitario de Gestión Ambiental Universidad de Colima
analuzqm@ucol.mx

Si los más de siete mil millones de pobladores de nuestro planeta,
consumieran lo mismo que los países desarrollados de Occidente,
necesitaríamos diez planetas más para satisfacer todas sus necesidades
—Harlem Bruntland

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La salud de nuestro planeta, la Tierra, se ha deteriorado debido a las siguientes causas: el incremento desmedido de la población humana, la generación de electricidad mediante el uso prevaleciente de combustibles fósiles, la deforestación y el consumismo que mantenemos los seres humanos, y que ha venido incrementándose. Imagínese que en el año 1900, la población mundial era de 1.5 mil millones de personas, y en la actualidad somos más de siete mil millones; en tan solo cien años. El problema no radica en un aumento poblacional, sino en todo aquello que requieren estos: producción y consumo de alimentos, agua, generación de residuos sólidos, etcétera. Por ello, desde hace décadas, los seres humanos deberíamos haber previsto la necesidad del manejo integral de los recursos naturales, así como la conservación y protección de muchos de ellos, porque nuestras vidas dependen de los mismos.
Si pensamos en nuestro planeta como si fuera un ser vivo, podríamos imaginar, por qué los cultivos erosionan el tejido vivo de su piel y por qué la contaminación es tan venenosa para la Tierra como para nosotros. Los crecientes niveles de dióxido de carbono y metano en la atmósfera tienen para nuestro planeta consecuencias muy distintas de las que tendrían para un planeta muerto como Marte. La respuesta de la Tierra viva a lo que hacemos, no depende solo de la cantidad de suelo que explotemos y de la contaminación que generemos, sino de su estado actual.

Pocos grados, la diferencia entre la vida y la muerte
Durante los últimos años se ha emitido mucha información sobre la situación actual de los avances inminentes en los riesgos que trae, día a día, el llamado cambio climático global (incendios, sequías, inundaciones, pandemias, escasez de agua, etc.). Esta información aunque es tardía, debido a la gravedad de la situación ambiental, nos permite enterarnos de los últimos informes que brindan los estudios científicos, los cuales mencionan que limitar el calentamiento del planeta a un nivel aceptable no será un asunto menor.
Los expertos han estimado que las emisiones de dióxido de carbono (uno de los principales gases asociados al efecto invernadero, que padece nuestro planeta y que es producido principalmente por la generación de electricidad y el transporte), deben reducirse en unas 17 giga toneladas en el año 2020, respecto a la tendencia actual, para que la temperatura del planeta no aumente más de dos grados centígrados a mediados de este siglo, como se había calculado. Quizá a usted, dos grados le parezcan una nimiedad; sin embargo, muchas especies se extinguen o cambian sus ciclos reproductivos con décimas de grados, y debemos recordar que los seres humanos somos una especie más, y nuestra sobrevivencia depende de las demás.
Todavía nos resulta ajeno el concepto de que nosotros y el resto de la vida, desde las bacterias hasta las ballenas, formamos parte de una entidad mucho mayor y más diversa: la Tierra viva.
El Secretario de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, recientemente, hizo una de las más apocalípticas advertencias jamás hechas por el tema del calentamiento global por una figura de su talla: “si no se toman medidas urgentes para combatirlo, los cambios en los patrones climáticos pueden llevar a la violencia y a disturbios en masa en todo el planeta”. Este severa advertencia incluye que exista un “incalculable sufrimiento humano” y consecuencias catastróficas para el planeta.
La situación es que las temperaturas pueden llegar a subir entre 2 y 11.5 grados centígrados de aquí a final de siglo, y no entre 1.1 y 6.4 como indicaba el cuarto informe del Inter Panel para el Cambio Climático (IPCC); debemos evitar sobrepasar el límite a partir del cual la emisión masiva de gases de efecto invernadero empiece a marchar con piloto automático. Para que se dé usted una idea, tomar un conjunto de medidas que hicieran controlable el cambio climático y las consecuencias medioambientales que de este se derivarían costaría un poco más de 1% del PIB mundial, de aquí a 2030, un periodo en el que el crecimiento económico global sería de 97%.
Este es un llamado no solo a los ciudadanos de nuestro país, en términos de disminuir nuestros consumos en el agua, en la electricidad, en poner límite a nuestros consumos, impuesto por un sistema político casi globalizado, que nos hace pensar que los seres humanos “somos lo que tenemos” en términos materiales, y no así, lo que somos en términos humanos y espirituales; es una cultura basada en el ego.

Uso eficiente de la electricidad: baja inversión con alto rendimiento
Debemos enfocar nuestros esfuerzos en el uso eficiente de nuestros recursos y a la conservación y restauración de los mismos. La situación del medio ambiente nos afecta a todos, por ende, cada uno debe asumir una responsabilidad ante la situación del cambio climático; por ello, lo invito estimado lector a que, de manera individual, contribuya en lo colectivo.
Una de las alternativas energéticas que tiene un costo muy bajo en términos de inversión, y un ahorro muy alto en términos de rendimientos, es el uso eficiente de la electricidad, el cual es ya considerado como una fuente alterna de energía, que de manera inmediata brinda resultados óptimos cuando lo aplicamos a nuestra empresa y/o casa habitación. Cuando hablo de eficiencia energética, estoy hablando de optimización de recursos, pero también de mayor margen de ventas y de ahorro. Por ello, cada día más empresas han optado por invertir en programas que ayuden a reducir las pérdidas energéticas, debido a tres motivos principales:
Mejorar la competitividad de las empresas.
Reducir el impacto sobre el calentamiento global.
Asegurar el suministro energético.

Ejemplos para un programa de uso eficiente
Para finalizar, deseo brindar algunos ejemplos prácticos que podrán servir para iniciar un programa de uso eficiente en la empresa y en el hogar, en los rubros donde más se consume electricidad, por ejemplo:
Iluminación
La iluminación de espacios públicos y en los hogares es uno de los puntos de atención a la hora de ahorrar energía y de usarla racionalmente. Cabe destacar el ahorro que genera el uso de lámparas de bajo consumo, el cual puede llegar a 80%. Además, el usuario contará con un artefacto de mayor durabilidad y una disminución sensible del monto de la factura que puede alcanzar 15%. Para esto es imprescindible utilizar lámparas de bajo consumo con calidad garantizada, las únicas que aseguran el ahorro de energía, por ejemplo, las nuevas tecnologías que conocemos como LED (Diodos emisores de luz), gracias a su mejorada eficiencia lumínica que con solo 16 watts de consumo se pueda brindar una prestación similar a una lámpara de 100 watts. Además, tienen una vida útil de 100 mil horas contra mil de una lámpara convencional.
Aire acondicionado y calefacción
Cuestiones tan simples como utilizar la vegetación a su favor; y plantar árboles en puntos estratégicos, ayudan a desviar las corrientes de aire frío en invierno y a generar sombras en el verano. Mediante la instalación de toldos de lona o aleros inclinados, persianas de aluminio, vidrios polarizados, recubrimientos, mallas y películas plásticas, se evita que el Sol llegue directamente al interior. Así se pueden obtener ahorros en el consumo de energía eléctrica por el uso de aire acondicionado, es decir:
El aislamiento adecuado de techos y paredes ayuda a mantener una temperatura agradable.
Si utiliza unidades centrales de aire acondicionado, aísla también los ductos.
Es relativamente sencillo sellar las ventanas y puertas con pasta de silicón, para que no entre el frío en los meses de invierno y no se escape en los meses calurosos.
Asimismo, cuando compre o reemplace el equipo, verifique que sea el adecuado a sus necesidades, y dele mantenimiento periódico; limpie los filtros regularmente.
Vigile el termostato, puede significar un ahorro adicional de energía eléctrica si permanece a 18°C (65°F) en el invierno, y a 25°C (78°F) en verano. Recuerde que en clima seco es mejor utilizar el cooler, es más económico y consume menos energía que el aire acondicionado.
Cómputo
Si para alimentar los módem que se usan para Internet se emplean fuentes del tipo switching, en lugar de las tradicionales con transformadores de núcleo de hierro, se podrían ahorrar entre 8 y 11 watts, por cada una. Cifra que parece menor, pero que cobra dimensión al multiplicarla por los dos millones de fuentes que se emplean para acceder a Internet, con lo que resulta que el ahorro de energía, por el uso fuentes electrónicas, sería de entre 16 MWatt y 22 MWatt/hora: el consumo de 10 mil viviendas. Lo mismo ocurre con muchas otras fuentes, como las que se utilizan para alimentar teléfonos inalámbricos. También es importante mantener desconectados todos los aparatos que no se utilicen (cargadores de celulares, TV, audios, etcétera).
Refrigeración
El refrigerador es uno de los aparatos que consume más energía en el hogar, por ello, sitúe el refrigerador alejado de la estufa y fuera del alcance de los rayos del sol. Compruebe que la puerta selle perfecto y revise periódicamente el empaque, si no cierra bien puede generar un consumo hasta tres veces mayor al normal. Deje enfriar los alimentos antes de refrigerarlos; la posición correcta del termostato es entre los números 2 y 3, y en clima caluroso, entre los números 3 y 4.
Asimismo, si piensa comprar refrigerador nuevo, seleccione el que consuma menos energía eléctrica. Revise la etiqueta de eficiencia energética, que indica que ese aparato cumple con la Norma Oficial Mexicana y ahorra energía; los de deshielo automático consumen 12% más de electricidad y eso significa mayor gasto.
Recuerde siempre que los electrodomésticos que más consumen electricidad, además del refrigerador son: la cafetera eléctrica, el horno de microondas, el tostador de pan, la plancha, el secador de pelo, ¿sabe cuánta electricidad consumen estos? el equivalente de 8 a 10 focos de 60 watts por hora. Por ello, puede reducir entre  30 y 50% de sus consumos, llevando a cabo un uso eficiente de la energía eléctrica.
Si usted requiere mayor información sobre el tema, consulte la página: www.conae.gob.mx, o bien, www.cfe.gob.mx.

Si no cuidamos la Tierra, ya no seremos bienvenidos en ella
Estoy segura de que le animará ver todo lo que puede contribuir en términos ambientales y, a su vez, reducirá sus costes económicos y las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Recuerde, si no cuidamos de la Tierra, ella cuidará de sí misma haciendo que ya no seamos bienvenidos. Los que tengan deseos e intención de mejorar la actual situación, deben volver a contemplar nuestro hogar planetario como un lugar sagrado, parte de la creación divina que nosotros hemos profanado.
Simplemente contemple la fotografía que se tomó de la Tierra desde el espacio, ello le comprobará que es un planeta asombrosamente bello. A menudo hablamos de la Tierra como nuestro hogar, por ello, le pido que dejemos de lado el miedo y nuestra obsesión por los derechos personales y tribales, y seamos lo bastante valientes como para ver que la verdadera amenaza procede del daño que le hagamos a la Tierra viva, de la que formamos parte y que es, en efecto, el único hogar que tenemos.

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