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ISSN 2594-1976
Artículos

Desafíos y acciones. Panorama actual de la ética en los negocios

admin - 29 abril, 2014

C.P.C. Benjamín Gallegos Pérez
Director Nacional de Reputación y Riesgo, Ética e Independencia
Deloitte México
bgallegos@deloittemx.com

L.C.C. Juan Antonio Rodríguez Espínola
Socio de Deloitte México
Responsable de Talento en la Función de Auditoría
jurodriguez@deloittemx.com

El tema de la ética es tan amplio que debemos delimitarlo a lo que significa para los negocios y para la profesión contable: más allá de solo principios morales, hoy la ética, entre sus significados más importantes, implica ser responsables con la información que poseemos de nuestros clientes

En la profesión contable se manejan datos sensibles y delicados; por la naturaleza de su trabajo, el Contador Público tiene un acceso privilegiado al historial, situación y realidad de cualquier persona física o moral que haya depositado su confianza en él, por lo que la responsabilidad y el buen juicio son elementos clave para no dañar a terceras partes; en el caso de las firmas de Contadores Públicos, esa información se encuentra disponible para todos los colaboradores, por lo que una de las grandes responsabilidades actuales es cultivar el sentido de ética en ellos; es decir, ser conscientes de que es una responsabilidad propia actuar con prudencia y juicio profesional frente a todo ese cúmulo de información.
Lo anterior tiene mayor sentido dentro de un mundo dominado por las tecnologías de la información. Por ejemplo, hoy se sabe que las redes sociales y su capacidad para trasmitir información en tiempo real y de manera abierta, están cambiando todos los paradigmas; hoy por hoy, los individuos gozan de un empoderamiento sin igual al tener un canal personal de trasmisión de alcance global, que les permite emitir y encontrar todo tipo de información.
Este avance tecnológico ayuda a una nueva relación entre las personas y las instituciones, sean gubernamentales, financieras o empresariales, así como un nuevo planteamiento sobre cómo salvaguardar la información que sea sensible.
Este es uno de los principales temas de lo que significa hoy la ética dentro de los negocios: ser responsables y hacer todo lo que esté al alcance para establecer principios éticos sólidos que influyan en el adecuado juicio profesional de los colaboradores.
Por esta razón, el tema de la ética ha estado siempre en la palestra pública, adaptándose a los tiempos que corren; cualquier organización que aspire a retener la confianza de sus clientes y disminuir los riesgos que implica el manejo de información sensible, debe tener muy claro que la ética es uno de los principios fundamentales para lograr estos propósitos.
Este artículo se propone indagar los retos que se afrontan al respecto y cuáles pueden ser las mejores prácticas para cimentar un actuar ético dentro de las organizaciones.

Retos para la ética
Se considera que existen varios retos para los temas de ética dentro de las organizaciones. Entre ellos se pueden destacar los siguientes:

Tecnologías móviles
Como ya se comentó, las redes sociales, aunadas con la tecnología móvil, han creado un enorme reto en materia de cuidado de la información. El fenómeno de la “filtración”, que está a la orden del día y con repercusiones de seguridad nacional en algunos países, obliga a poner atención en saber cómo utilizar la tecnología y si el personal de las organizaciones está educado al respecto, es decir, si está consciente del impacto que pueden generar sus publicaciones, ya sean de forma intencional o no; además, obliga a plantear si la organización está lista para afrontar un escenario de crisis a este respecto.

Ascenso de una nueva generación de profesionales
Aunado a lo anterior, se pasa por un proceso de cambio generacional conocido como el ascenso de la Generación Y, que se trata de las personas nacidas al principio de los años ochenta y que hoy constituyen la nueva fuerza de trabajo.
Esta generación de jóvenes, aparte de tener como medio natural las nuevas tecnologías de la información, posee expectativas distintas y está más interesada en una relación horizontal en el trabajo, mucho más orientada hacia el equilibrio de la vida profesional. Ante esto, vale la pena hacer las siguientes preguntas:

  • ¿Comparte esta generación los mismos conceptos de ética que las generaciones que hoy lideran las organizaciones?
  • ¿Se está logrando concientizar sobre la importancia de guardar la información sensible?

Ambición mal direccionada
Aunque no es un tema nuevo en las cuestiones éticas, no por ser antiguo pasa de moda. Los escándalos financieros de fraude, corrupción y otras prácticas no éticas de años recientes ponen de relieve la seriedad del problema, los alcances impredecibles que puede tener, que igual detona crisis económicas y financieras globales, o bien, destruye organizaciones que en su momento eran referentes obligados en el mundo de los negocios. Por lo que cabe reflexionar: ¿qué medidas se están tomando para prevenir y mitigar estas conductas dentro de la organización?
Es posible enumerar otros riesgos, pero hoy en día estos temas que se acaban de mencionar ocupan y consumen buena parte de las agendas, sin duda. Ante esto, existen principios básicos que permiten fortalecer la cultura ética entre la gente y que a continuación se contemplan.

Acciones para fortalecer nuestro actuar ético
El actuar ético conlleva por una parte acciones individuales y, por otra, colectivas. Si bien la ética se lleva a la práctica por medio de principios y decisiones personales, su educación, difusión y cimentación depende en gran medida de un colectivo o institución, ya sea una familia, una escuela o cualquier otra institución, que se encargue de promover, inculcar y cuidar ese valor.
Son varias las acciones que se pueden hacer para reforzar el actuar ético de los profesionales; principalmente se debe entender como un acto de comunicación, que entraña la aceptación de ciertos principios básicos, así como su respectiva difusión y seguimiento. Estos principios comprenden:

Formación de un Comité de Ética
El Comité de Ética es un órgano compuesto por miembros honorables de la organización, el cual se encarga de definir los valores por los que se va a regir la empresa, así como la forma en que se van a comunicar esos valores hacia el personal. Es el responsable de que exista un código de ética, donde se establezcan las expectativas de comportamiento y se proponga a los órganos de gobierno de una organización las sanciones por el incumplimiento del mismo.

Crear un marco referencial
La ética se compone de valores y principios que son deseables para una organización y están íntimamente relacionados con la misión y visión de la misma. Se necesita dejar constancia de ellos dentro de un acta o código de ética al que todos los profesionales puedan acceder y comprender. La definición de los principios que nos rigen es el primer paso para construir una cultura de respeto y cumplimiento. Ahora bien, este marco referencial debe ser revisado y puesto al día, constantemente, para incluir temas de actualidad, por ejemplo, el uso de redes sociales en el ámbito laboral.

Difundir los principios
Una vez delineados, los principios éticos deben tener una constante difusión por medio de campañas de comunicación, o bien, por cursos y programas que alcancen directamente a los profesionales.

Vigilar su aplicación
Aun cuando todos los profesionales conozcan el código de ética, esto no implica que lo aplicarán, por lo que es necesario implementar controles que refuercen su cumplimiento. En caso de existir una infracción, debe existir la disciplina correspondiente para cada caso.

Reforzar y adoptar esos principios
Por último, los mensajes deben adaptarse a las situaciones específicas y a los retos que surgen. Un ejemplo de esto es el caso de la difusión del tema de ética entre las generaciones más jóvenes, que como ya se mencionó, manejan distintos canales y códigos. ¿Cómo lograr que esta nueva fuerza laboral se identifique con los principios y valores de la organización? Este es un reto que requiere la colaboración y el trabajo alineado de distintas áreas de especialidad.
Hoy existen sistemas integrales de ética que abarcan de forma metódica y con técnicas probadas el cumplimiento de todo lo anterior. No hay una receta única para lograrlo, cada organización tendrá que adaptar su mensaje dependiendo de sus circunstancias específicas.

El juicio profesional y la ética del Contador Público
Una vez que se tiene el conocimiento de qué significa actuar éticamente dentro de la profesión contable, se está más cerca de ejercer un juicio profesional correcto, justo e imparcial. La profesión contable se rige principalmente de normas, no por reglas; la norma es amplia, mientras que la regla es concreta. Este es un elemento que hace una diferencia significativa, puesto que existen temas que requieren de una interpretación que puede causar discrepancias o puede significar alguna clase de riesgo. Un correcto juicio profesional, basado en la ética, significa que una decisión no puede estar influenciada por intereses personales, económicos o de cualquier otra índole, sino por los principios de lo correcto y lo justo.
Sin embargo, ¿cómo definir lo que es correcto y justo? ¿Cómo saber si se está actuando éticamente? No son respuestas fáciles que se puedan generalizar; para responder estas cuestiones, vale la pena analizar lo siguiente:

¿Se está tomando una ventaja/beneficio no natural?
Esto significa tomar una ventaja desleal o indebida dentro del servicio, desde una información privilegiada hasta beneficiar a un tercero con el que se está coludido.

¿Se está aplicando la normatividad de forma correcta?
Esto implica revisar, de manera exhaustiva la normatividad y solicitar el punto de vista de terceros no involucrados en el asunto de análisis, para saber si se aplicó de forma correcta. “Pecar por ignorancia” es también una forma de no ser éticos en los servicios.

¿Qué medidas se están tomando para asegurar que el actuar es ético?
No es suficiente hablar sobre lo correcto o incorrecto con los colaboradores, el actuar ético requiere un verdadero esfuerzo para establecer controles que van desde la selección del personal hasta el tipo de clientes con los que se establece una relación.
Finalmente, es necesario recordar que en el ámbito de los negocios siempre puede haber dos opiniones encontradas sobre la viabilidad de solución, por lo que la figura de un tercero imparcial, que observe los argumentos con objetividad, puede ser una solución para conciliar juicios profesionales y tomar la mejor decisión.

La ética como forma de vida
Aunque una organización o individuo pueda sostener que posee un código de ética para su proceder, las acciones siempre hablarán más que cualquier papel escrito. El actuar correcto siempre será una de las mayores cartas de presentación de un Contador Público u organización.
Hoy es muy importante que en la selección de personal se cuide el aspecto ético como un criterio de aceptación; del mismo modo, cuidar que los clientes y proveedores con los que tenemos una relación procedan de una manera ética; también, deben establecerse sistemas integrales de ética, que comprendan la creación de un código, su difusión y entendimiento, actualización periódica, así como una serie de lineamientos disciplinarios para quienes los infrinjan.
El actuar ético no puede reducirse simplemente a un horario de trabajo, cuando un profesional ha cimentado los principios correctos en sus decisiones lo manifiesta en todo momento y toda situación; no se puede caer en la incongruencia de promocionar la justicia, el buen actuar, la honradez y el buen juicio, si saliendo del ámbito laboral se hace todo lo contrario.
El vivir ético está más allá de prestar un servicio, es una forma de ser y demuestra que el respeto a la normatividad y a los demás es una parte integral de nuestra vida, significa que la ética forma ya parte de la misma. Este debe ser el ideal de cada profesional y es lo que se necesita para que México se distinga como un centro de negocios justo y transparente.

 

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