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ISSN 2594-1976
Artículos

Deportes para compartir. Un caso de éxito

admin - 1 febrero, 2015

Mercedes Sanguineti/Periodista independiente de la República Argentina/mercedessanguineti@gmail.com

El programa cívico y educativo Deportes para Compartir (DpC) forma mejores ciudadanos desde la niñez y ha beneficiado a más de 280 mil personas entre niñas, niños, docentes y padres de alrededor de mil espacios educativos en 26 estados de la República Mexicana. Por medio del lenguaje universal del juego y el deporte, el proyecto despierta conciencia sobre los retos globales, promueve valores cívicos y hábitos de vida saludable al tiempo que enaltece la diversidad cultural de México

La comunidad educativa de la escuela “Estado de Yucatán”, en la delegación Cuauhtémoc del Distrito Federal, se ha convertido en embajadora del programa y los docentes que allí trabajan cuentan con las herramientas pedagógicas que DpC les brinda para seguir trabajando con sus alumnas y alumnos. Según cuenta Olivia Yebra Álvarez, quien ejercía como directora en la escuela “Estado de Yucatán”, cuando se aplicó el programa DpC: “los maestros tienen en sus manos más elementos para mejorar o enriquecer su práctica docente a través del juego”.

La escuela “Estado de Yucatán” es uno de los 987 espacios educativos beneficiados por el programa cívico-educativo que nació en 2007, de la mano de Dina Buchbinder y Yizreel Urquijo. Inspirados en un programa de Canadá y con la convicción de que las niñas y los niños pueden ser agentes de cambio en sus comunidades, los jóvenes emprendedores mexicanos lanzaron DpC para formar mejores ciudadanos desde la niñez. Por medio del juego y el deporte, el proyecto alienta a que las niñas y los niños aprehendan valores cívicos, se comprometan con sus comunidades para hacer frente a los retos globales, adopten hábitos de vida saludable y tomen conciencia sobre la riqueza y la diversidad cultural de México.

“Nosotros queremos formar niñas y niños con mentalidad y actitud emprendedora, pero cuidamos mucho el cómo. Es esencial que todos los niños y las niñas adopten los valores cívicos como plataforma desde donde crear”, explica Dina Buchbinder, directora de DpC.

Los contenidos pedagógicos incluidos en el programa DpC son los que ha señalado la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio. Al mismo tiempo, a lo largo del proceso de aprendizaje se trabajan con los niños, de manera concreta, siete valores que DpC considera fundamentales a la hora de formar mejores ciudadanos: el juego limpio, el trabajo en equipo, la equidad de género, la responsabilidad, el respeto, la tolerancia y la empatía.

Un antes y un después de Deportes para Compartir

La escuela primaria “Estado de Yucatán” está inmersa en un contexto social adverso, en el que la violencia es parte de la vida cotidiana. En el aula, esa situación se traduce en expresiones agresivas por parte de las niñas y los niños. “El de la escuela es un contexto en el que faltan los valores”, cuenta la maestra Deyanira Durán, y explica que la formación en valores fue lo que más la entusiasmó cuando la invitaron a aplicar DpC con sus alumnos de cuarto grado.

De hecho los resultados cualitativos que se vieron en la escuela de Deyanira sorprendieron al propio equipo central de DpC. Gracias a encuestas que se aplicaron antes y después del programa entre alumnos y alumnas se pudo verificar que la práctica de valores aumentó en 30%, que 11% más de niños y niñas hacen actividad física, y la misma mejoría se vio en cuanto a la cantidad de alumnos y alumnas que se sienten capaces de hacer algo por mejorar la vida en su comunidad. Más allá de las cifras, la entonces directora señala que “toda la comunidad salió beneficiada porque a través del juego todos aprendimos y mejoramos nuestro actuar diario”, al tiempo que recuerda que a partir del programa disminuyó la violencia y los conflictos durante los recreos.

La mejoría más notable dentro de la citada escuela se dio en la práctica de equidad de género, que aumentó 51%. Así lo constató en sus clases el profesor de sexto año, Carlos Meléndez: “Al principio del programa los niños y las niñas se resistieron a las sesiones de equidad de género. Les costaba eso de jugar niñas y niños juntos; por ejemplo, tomarse de la mano. Pero ahora, para cualquier actividad que tenemos que hacer en equipo, ellos solos se involucran y se fijan de estar parejos niñas y niños sin que yo tenga que decirles nada”.

Así el valor que según el profesor se hizo más fuerte entre sus alumnas y alumnos, a partir de DpC fue el trabajo en equipo: “El grupo era individualista y eso se notó en la resistencia que mostraron al comienzo del programa. Ahora se prestan las cosas, y se apoyan mutuamente. Ya nadie se queda sin trabajar por no tener materiales”, cuenta.

Los maestros, los grandes aliados

Al igual que Deyanira y Carlos, los docentes son una pieza clave a la hora de llevar DpC a las niñas y los niños, ya que son ellos quienes realizan la mayoría de las sesiones de las que se compone el programa. Para ello, cuentan con la capacitación y el acompañamiento a lo largo de este, por parte de los facilitadores y el equipo central de DpC. Esta dinámica es un aspecto sumamente innovador por parte del programa porque logra dejar las capacidades instaladas en los espacios educativos para que los docentes sigan aplicándolo, aprovechando las herramientas pedagógicas, también innovadoras.

“En Deportes para Compartir hemos podido conformar un equipo muy especial con los docentes, ya que a partir de la retroalimentación que recibimos de ellas y ellos nos es posible mejorar la metodología del programa”, explica Dina Buchbinder.

DpC brinda a los maestros herramientas pedagógicas nuevas que se basan en lo que a los niños y las niñas más los apasiona: jugar. Los diferentes juegos con sentido educativo disparan un momento de reflexión en el que los niños y las niñas vinculan aquello aprendido durante el juego con su vida cotidiana, y proponen acciones que ellos y ellas pueden hacer para mejorar la vida en su comunidad, asumiéndose como agentes de cambio.

Un ejemplo de ello es el juego de “Los quemados”, que fue transformado por DpC en “Los quemados del doctor” para concientizar a los niños y las niñas sobre los riesgos sanitarios que existen en sus comunidades y la importancia de la prevención. La pelota cobra el nombre de la enfermedad más común en la comunidad, y niños y niñas se asumen como ciudadanos y doctores amenazados por dicho virus.

Su desafío es pensar estrategias para preservar la vida de todos. El juego da paso a una reflexión sobre cómo cuidar hoy su salud, prevenir enfermedades y la importancia de aquellos valores que se pusieron en práctica a lo largo de la sesión, como el trabajo en equipo o la empatía. En síntesis, se trata de despertar entre los niños la capacidad de pensar, reflexionar, criticar, proponer y actuar de manera divertida y concreta.

El trabajo en equipo como filosofía

En DpC, el valor del trabajo en equipo no es meramente un contenido educativo, sino un estilo de llevar adelante su misión; una forma de vida. Las 70 personas que forman parte del equipo de DpC así lo viven y lo expresan cada vez que, al hacer referencia a su trabajo, hablan en primera persona del plural. Ese “nosotros” es un componente constitutivo de DpC. Y así como hacen equipo con las maestras y los maestros de cada escuela, también lo hacen con diferentes actores sociales para costear el programa y mejorarlo día tras día.

A lo largo de sus siete años de vida, DpC ha trabajado mancomunadamente con instituciones privadas, públicas, nacionales e internacionales de las que recibe apoyo económico, de gestión y asesoramiento. Entre ellas se destaca la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), el Comité Cívico de Ford y sus Distribuidores, la Fundación del Empresariado Chihuahuense A.C., Gentera, Comex, HSBC, la Federación Internacional de la Organización de Naciones Unidas (WFUNA, por sus siglas en inglés), la Unesco y la Unicef.

Por otro lado, el trabajo de DpC ha sido reconocido en el mundo con premios y varias invitaciones a compartir el modelo con líderes de todo el mundo en paneles de conferencias, mesas redondas y grupos focales. Entre los premios, se destacan el “UBS Visionaris Social Entrepreneurship Award” (2013), la “Cumbre de Líderes en Acción por la Educación (CLASE)” (2012), el “Mattel Price for Play” (2012) y el “Activating Empathy Prize, Ashoka” (2012). Más aún, en enero pasado DpC estuvo presente en el “Foro Económico Mundial” celebrado en Davos, Suiza. Su directora, en calidad de Global Shaper (2012-2014), expuso el modelo cívico-educativo desarrollado por DpC en tres paneles del foro.

La estrategia de sustentabilidad de la Asociación Mexicana para las Naciones Unidas-Jóvenes, que opera el programa, se basa en la diversificación de las fuentes de recaudación, tanto de la iniciativa privada como del gobierno. Gracias a su enfoque basado en la calidad y a la medición de los resultados, se ha observado un crecimiento constante en el alcance que hace evidente la sustentabilidad del programa.

Abraham Muñoz Barbosa, director de Administración y Finanzas explica que “entre las principales actividades de recaudación tenemos donativos individuales recurrentes, patrocinadores privados recurrentes, campañas de recaudación, causa social de eventos culturales y deportivos, desayunos y cenas de gala con actores clave, venta de artículos promocionales de la causa, tales como: camisetas y calendarios, alianzas con gobiernos locales y federales, atención de convocatorias, así como premios y reconocimientos de diversas temáticas”.

Otra de las fortalezas del programa que favorece su crecimiento es que económicamente, DpC tiene una metodología replicable que permite abrir capítulos locales capaces de generar sus propios ingresos, de acuerdo con el contexto en el que opera, lo que garantiza su autosuficiencia.

De exportación

El programa ha sido implementado con éxito en contextos tan diferentes como pueden ser una comunidad indígena rarámuri en la sierra tarahumara, una escuela privada de la Ciudad de México o una pública del sudeste del país. “Todas las comunidades enfrentan retos como violencia, apatía, corrupción o discriminación. También es cierto que todas las comunidades tienen personas extraordinarias que tienen todo el potencial de cambiar el mundo. Nuestro programa ha demostrado que funciona para todas las escuelas sin importar el contexto, es universal”, explica la fundadora, Dina Buchbinder.

Esa universalidad que admite el programa ha empujado al equipo de DpC a dar un paso más y plantearse la internacionalización como eje estratégico. La meta es que todos los niños y las niñas del mundo conozcan DpC, se formen como ciudadanos capaces de moldear el mundo que anhelan y logren grandes transformaciones mediante la suma de acciones concretas con impacto local.

La primera etapa de llevar DpC al mundo se inició en 2013 cuando se fundó en los Estados Unidos Sports for Sharing (deportes para compartir), y se realizaron pilotos en dos escuelas de la ciudad de Washington, con alumnos hispanos. En línea con ello, DpC está trabajando para hacerse presente en otros países de América Latina, como Argentina, Guatemala y Brasil. Lo que busca es posicionarse como referente de proyecto social en materia educativa para llegar a todas las niñas y los niños.

Otro de sus ejes estratégicos es la consolidación del programa en sí, específicamente en México, donde hay muchos chicos con los que aprender jugando. Siguiendo su paso firme de expansión en nuestro país, a lo largo de este primer semestre, DpC se hará presente en 72 espacios educativos, formará a 1,051 docentes para llegar a 19,068 niños. Los estados en los que estarán trabajando son Aguascalientes, Jalisco, San Luis Potosí, Durango, Zacatecas, Nayarit y Chihuahua.

Gracias al trabajo firme de este equipo de personas comprometidas, al tiempo que usted lee esta nota, hay cientos y miles de niñas y niños despertando a su ser ciudadano, para convertirse en agentes de cambio en busca del mundo que anhelan.

Para más información, puede visitar su página web: www.deportesparacompartir.org.mx o seguirlos en Facebook: /deportesparacompartir.

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