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ISSN 2594-1976
Artículos

Mejores Prácticas de Bienestar. De Contador a Contador

admin - 1 abril, 2015

Por C.P. Alberto Tejero González/Contralor/Sports World/alberto.tejero@sportsworld.com.mx

Estimados lectores, ejercer la Contaduría Pública demanda una gran energía, que tenemos que repartir entre la familia, los negocios y las actividades extracurriculares como dar clases y colaborar en el Instituto Mexicano de Contadores Públicos. Todo esto absorbe mucho tiempo y olvidamos dedicar algo de este para nuestro bienestar. Aquí la pregunta es ¿cómo instrumentar en nosotros mismos un programa de mejores prácticas de bienestar?

Muchas personas creen —yo así lo creía—, que para estar saludable solo se necesita buena actitud y una dosis de ejercicio; pero no es así, alcanzar una buena salud implica tener, por lo menos, cuatro importantes prácticas o hábitos:

  • Una adecuada alimentación y nutrición.
  • Hacer ejercicio.
  • Un buen manejo del estrés.
  • Dedicar tiempo a la diversión y la relajación.

A continuación les mencionaré algunas recomendaciones que nos pueden ser útiles —por favor no quieran como buenos Contadores hacerlo todo solos—, por lo que la primera es buscar apoyo de expertos que nos guíen y faciliten alcanzar estos objetivos.

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Alimentación y Nutrición

Casi nunca nos dedicamos tiempo a nosotros mismos, ahora es tiempo de hacerlo, busquemos asesoría para informarnos acerca de qué debemos comer y cómo alimentarnos.

Es importante conocer cuáles son las propiedades de los alimentos y el número de veces que es recomendable comer. Existen alimentos que deben ser ingeridos diariamente como son los cereales y papas, verduras, hortalizas, frutas, aceite de oliva, leche y sus derivados.

Algunos otros alimentos, concretamente legumbres, frutos secos, pescados, huevos y carnes magras, se deberán alternar varias veces a la semana.

Para alcanzar un estado nutricional adecuado es necesario incorporar una amplia variedad de alimentos a nuestra ingesta diaria, por lo que es conveniente agregar alimentos de los diferentes grupos en las comidas.

El grupo de alimentos que se aconseja moderar en su consumo, está integrado por: carnes grasas, pastelería, panadería, azúcares y bebidas refrescantes. Asimismo, es importante mantener una adecuada hidratación mediante el consumo de agua simple, infusiones, caldos, etcétera.

Los expertos en nutrición recomiendan realizar como mínimo cinco comidas al día: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. Es aconsejable no pasar muchas horas sin ingerir alimentos. Aprendan a llevar a la oficina manzanas, almendras o alguna otra fruta para ingerir entre comidas, y por más ocupados que estén, dense 5 minutos para hacerlo, ya que esto los cargará de energía para continuar.

El desayuno es una ración de gran importancia, porque ayuda a lograr un correcto rendimiento cognitivo en el trabajo diario y en las tareas escolares, así que enseñemos a nuestros hijos con el ejemplo.

Durante la cena se debe intentar elegir alimentos fáciles de digerir, como verduras cocidas, sopas, pescados o lácteos, para tener un sueño reparador no perturbado por una difícil digestión.

Comer es la forma en que nuestro cuerpo obtiene energía, démosle la mayor importancia, les aseguro que nos ahorrará mucho dinero y nos proporcionará una mejor calidad de vida.

En el caso de las personas que ingieren bebidas alcohólicas habitualmente, se recomienda moderar su consumo, prefiriendo las bebidas fermentadas de bajo contenido alcohólico como el vino.

Ejercicio

Este es una parte importante de un estilo de vida saludable y ayuda a motivarnos para lograr nuestros objetivos.

Dedica al menos 30 minutos de ejercicio, tres veces por semana. Nada es mejor que el ejercicio aeróbico para liberar la tensión acumulada.

Les diré algunos de los beneficios de hacer ejercicio y mantenerse activo, espero que sea el primer paso para que inicien un programa regular de entrenamiento:

  • Reduce el riesgo de muerte prematura, de desarrollar o morir de una enfermedad cardiovascular, de tener presión arterial alta, además reduce el colesterol y el riesgo de desarrollar cáncer de colón o de mama.
  • Es muy importante disminuir el riesgo de desarrollar diabetes (azúcar alta) con gran presencia en nuestro país por tendencia genética, por ello, el ejercicio ayuda a reducir el peso y la grasa corporal. Además, aumenta los niveles del colesterol bueno (HDL) y disminuye los triglicéridos. De manera importante mejora la tolerancia a la glucosa y disminuye la resistencia a la insulina.
  • En el área emocional, reduce la depresión y ansiedad, mejora la sensación de bienestar general y el desempeño en el trabajo y actividades sociales.
  • Tanto el ejercicio aeróbico, como el correr, andar en bicicleta o nadar, como el de resistencia o levantar pesas, aumenta la fuerza muscular y tienen grandes beneficios probados, entre ellos: mejora la función cardiovascular y respiratoria, aumenta el consumo máximo de oxígeno, mejora el suministro de sangre a los músculos, disminuye el pulso y la presión arterial, lo cual nos ayuda a enfrentar con salud los retos estresantes como el de las fechas de entrega en tiempo y forma.
  • Mantiene tus músculos sanos. Es decir, tu flexibilidad, tu fuerza muscular y la de tus tendones y ligamentos, mejoran.
  • Huesos sanos y fuertes. Es muy importante ya que previene la osteoporosis (densidad baja de los huesos) y la osteoartritis, además de que el frecuente dolor de espalda baja disminuye en la gente que hace ejercicio de manera regular, sobre todo si pasamos largos periodos de tiempo sentados, como lo exige nuestra profesión.
  • Si a veces te sientes tenso después de un día de trabajo complicado, una caminata o ir al gimnasio te puede ayudar a sentirte mejor. Se han encontrado químicos en el cerebro que te hacen sentir mejor y más contento después de hacer ejercicio. Esto mejora tu estado de ánimo, tu autoestima y tu confianza, inclusive puede prevenir la depresión.
  • Todos sabemos que con el ejercicio quemamos calorías, y mientras más intenso es mejor. Pero hay maneras fáciles de quemar las calorías, como subir las escaleras en lugar de usar el elevador, caminar en la calle o usar menos el coche; en fin, cualquier ejercicio es bueno y mantiene el peso ideal.
  • Hacer ejercicio ayuda a dormir mejor, manteniendo un sueño más profundo que permite tener mejor concentración en el día y aumentar la productividad, así como tener un buen estado de ánimo
  • Mejora tu vida sexual, ya que puede disminuir problemas de disfunción eréctil, en especial con el paso de los años.

Manejo del estrés

Puede parecer que no hay nada que podamos hacer frente al estrés. Sin embargo, podemos tener más control del que pensamos.

A continuación mencionaré algunos puntos importantes para controlarlo, pero recuerda que si requieres ayuda no dudes en buscar a un experto, como un coach ejecutivo o un terapeuta.

  • Identifica las fuentes de estrés en tu vida
    • El manejo del estrés se inicia con la identificación de las fuentes de estrés en tu vida; no siempre son obvias y es muy fácil pasar por alto nuestros propios pensamientos, sentimientos y comportamientos estresantes.
    • Para identificar las fuentes de estrés, examina de cerca tus hábitos y actitudes: ¿Defines al estrés como una parte integral de tu trabajo o vida familiar? “Las cosas son siempre estresantes en el trabajo corporativo”, o como una parte de tu personalidad. “Tengo una gran cantidad de energía nerviosa, eso es todo”. ¿Culpas de tu presión a otras personas o eventos externos, o lo ves como algo totalmente normal y no excepcional? “Siempre llega a ponernos nerviosos”.
  • Examina cómo actúas frente al estrés
    • Piensa en las formas con las que actualmente manejas y lidias con el estrés en tu vida. Escribir en un cuaderno puede ayudarte a identificarlas. ¿Son tus estrategias de afrontamiento saludables o no? ¿Útiles o improductivas? Desafortunadamente, muchas personas hacen frente al estrés de maneras que solo agravan el problema.
  • Maneras no saludables de lidiar con el estrés
    • Estas estrategias de afrontamiento pueden reducir temporalmente el estrés, pero causan más daño en el largo plazo: comer en exceso, fumar, beber demasiado, permanecer durante horas frente a una pantalla de televisión o computadora (nuestro trabajo y entretenimiento usual); apartarse de las amistades, familiares y de realizar actividades; hacer uso de pastillas para relajarse o dormir demasiado.

Algunas estrategias para el manejo del estrés son:

  • Evita el estrés innecesario. No todo el estrés puede ser evitado y tampoco es saludable impedir una situación que necesita ser tratada. Sin embargo, muchos de los factores estresantes que surgen en nuestras vidas son innecesarios.
  • Aprende a decir “no”. Conoce tus límites y no los traspases. No te llenes de responsabilidades adicionales que no te competen y que te van a generar dosis extras de estrés.
  • Evita a las personas que te causan estrés. Si alguien siempre causa estrés en tu vida y no puedes evitarlo, limita la cantidad de tiempo que pasas con ella, o termina la relación por completo.
  • Modifica el factor estresante. Si no se puedes evitar una situación estresante, trata de alterarla. Averigua lo que tú puedes hacer para cambiar las cosas. A menudo, se trata de modificar la forma de comunicarse y trabajar en tu vida diaria.
  • Expresa tus sentimientos. Si algo o alguien te está molestando, comunica tus preocupaciones de una manera abierta y respetuosa. Si no expresas tus sentimientos, los resentimientos aparecerán y la situación probablemente seguirá siendo la misma.
  • Sé más asertivo. No pases a un segundo plano tu propia vida. Lidia con los problemas de frente, haciendo tu mejor esfuerzo para anticipar y prevenir.
  • Adáptate al estrés. Si no puedes cambiar el factor estresante, hay que cambiar uno mismo. Puedes adaptarte a las situaciones de estrés y recuperar tu sentido de control, cambiando tus expectativas y actitudes.
  • Toma perspectiva de la situación estresante. Pregúntate lo importante que será esa situación a largo plazo: ¿Importará dentro de un mes? ¿Un año? ¿Valdrá la pena enojarse de nuevo? Si la respuesta es no, enfoca tu tiempo y energía hacia otros lugares.
  • Cada vez que tengas un pensamiento negativo acerca de ti mismo, tu cuerpo reacciona como si estuvieras en medio de una situación llena de tensión. Si ves las cosas buenas de ti mismo, es más probable que se sientan bien. Elimina palabras como “siempre”, “nunca”, “debería” y “debe”. Estas son las marcas indicadoras de pensamientos autodestructivos.
  • Acepta las cosas que no puedes cambiar. Algunas fuentes de estrés son inevitables. No se pueden prevenir o modificar los factores de estrés, tales como la muerte de un ser querido, una enfermedad grave o una recesión económica. En estos casos, la mejor manera de lidiar con el estrés es aceptar las cosas como son. La aceptación puede ser difícil, pero a la larga, es más fácil que despotricar contra una situación que no se puede cambiar.
  • No trates de controlar lo incontrolable. Muchas cosas en la vida están fuera de nuestro control, especialmente el comportamiento de otras personas. Céntrate en lo que sí puedes controlar, como la forma en que vas a reaccionar ante los problemas.
  • Comparte tus sentimientos. Habla con un amigo de confianza o ten una cita con un terapeuta. Expresar lo que te está pasando puede ser muy catártico, incluso aunque no haya nada que puedas hacer para cambiar la situación estresante.
  • Aprende a perdonar. Acepta el hecho de que vivimos en un mundo imperfecto y que la gente comete errores. Deja ir la ira y el resentimiento. Libérate de energía negativa al perdonar y sigue adelante.
  • Duerme lo suficiente. Un buen descanso es el combustible necesario para tu mente.

Mejores prácticas corporativas ¿por qué no personales?

Estimado lector, colega, muchos de estos consejos me han ayudado en mi vida profesional y familiar, disfruto más lo que hago, acepto lo que no puedo cambiar y me concentro en cambiar las cosas que dependen de mi actitud. Y si he logrado implementar mejores prácticas corporativas ¿por qué no personales? El reto es igual de importante, o más. Mi recomendación es que adoptes un estilo de vida saludable y disfrutes de sus beneficios.

Espero que después de leer este artículo salgas diariamente a comer, disfrutes tu fin de semana sin pensar en el trabajo y hagas ejercicio, recuerda que puedes divertirte y disfrutar hacerlo.

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