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ISSN 2594-1976
Artículos

Idealismo ético

admin - 17 octubre, 2016

M. en C. María Guadalupe Martínez Castañeda/Miembro de la Comisión de Ética y Responsabilidad Profesional del Colegio de Contadores Públicos de México, A.C./docencia_mgmc@yahoo.com.uk

La relación entre los seres humanos a lo largo de la historia ha dado origen a la creación de sociedades plurales, con diversos modos de vida e interacción entre los hombres, basadas en normas, comportamientos, prohibiciones, creencias e incluso costumbres de falsa moralidad que han sido aceptadas como necesarias por los individuos para una buena convivencia en comunidad, etiquetando de este modo a las personas y sus actos como buenos o malos

La actuación del bien y el mal ha sido analizada desde épocas muy antiguas –mediante la ética– por pensadores como Sócrates, Platón, Aristóteles, Diógenes de Sinope, San Agustín de Hipona, Santo Tomás de Aquino, René Descartes, David Hume, Friedrich Nietzsche, Jean Paul Sartre, entre otros, por medio del estudio de la moral y la conducta del hombre para determinar la actuación absoluta que “debe ser” en cualquier momento de la vida hasta llevarla a un ámbito deontológico.

La ética no solo va más allá del idealismo pretencioso de concebir la vida individual y social sistemáticamente justa, libre de perversión, separada del ejercicio predominante de la voluntad humana que da origen al beneficio propio, sino que más bien se enfoca en la concepción de la reflexión individual de hacer las cosas conscientemente, con prudencia, para el bien general del individuo, esto es, acciones autónomas de valores que solo representan cualidades perceptibles que demeritan la esencia más elevada del ser ante el saber.

La teoría socrática concibe que cada persona tiene pleno conocimiento de la verdad dentro de sí y que solo necesita reflexionar conscientemente para darse cuenta de lo que hace. Por otro lado, la postura filosófica de Platón sobre la concepción del bien supone que no existe individuo alguno que por sí mismo elija el hacer cosas malas, pues quien conoce claramente la idea de “bien” puede actuar de manera correcta en cualquier circunstancia, y solamente por desconocimiento o idea errónea de la realidad del verdadero bien se hace algo malo, inclusivo aun cuando se opte por hacer algo protervo por satisfacer un deseo terminará reconociendo el error.

Dentro del contexto del planteamiento filosófico de las obras de Wilhelm Windelband, Max Scheler, José Ortega y Gasset existe una diferenciación entre el “bien” y el “valor”; los bienes son medios, formas, cosas y hasta hechos, mientras que los valores son esencias de los hechos, cualidades irreales perceptibles según la preferencia de cada individuo, que se aprueban o se desaprueban según las consecuencias, de tal modo que los valores positivos serán apreciados, mientras que los negativos se repudian.

La guía moral entre los sujetos ha estado basada en valores tales como: honestidad, justicia, lealtad, respeto, compasión, cortesía, solidaridad, tolerancia; sin embargo, los humanos diferimos en concretar qué hechos o actos hacen bien o mal, si se deben permitir o no entre los individuos, lo cual provoca la confrontación de ideas, el repudio, la violencia física o psicológica y la crítica de los argumentos emitidos para respaldar las acciones cometidas por el mismo ser humano, a causa de las preferencias “morales” basadas en sentimientos o por la falta de prudencia en el discernimiento particular de los sustentos aportados por el acto cometido, al grado de comprometer la razón al elegir un juicio de valor que socava a la raza humana por considerar las justificaciones como perturbadoras de vida, denigrantes, crueles, descartando que las acciones pudieron haber sido cometidas para el beneficio social o común que permite una evolución sana de la humanidad.

La ética debería ser un medio de autocontrol para mejorar las reacciones emocionales, las causas y efectos del comportamiento conductual ante los demás, dejando de lado la repetición de actos y/o hábitos que solo permiten el beneficio de sí mismo; la ética es una acción de responsabilidad para con uno mismo. Si el hombre razona cada uno de sus actos y toma conciencia de la existencia y aceptación de los demás, se dará cuenta de que todos los individuos buscan, perseverantemente, el logro de un fin de perteneciente a todo ser humano: bienestar.

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