El mundo enfrenta grandes desafíos como la desigualdad, la pobreza, las crisis económicas recurrentes, los conflictos geopolíticos y un gran deterioro ambiental, por mencionar algunos, lo cual demanda que las universidades sean agentes de cambio en la sociedad y que, desde sus funciones sustantivas (docencia, investigación y extensión), coadyuven a la
solución de estos problemas.
En este sentido, cada vez son más las Instituciones de Educación Superior (IES) que adoptan los preceptos de la responsabilidad social a sus modelos
de gestión, pues, aunque es un concepto originado en el ámbito empresarial, lo resignifican a partir de su filosofía institucional, dotándolo de un sentido académico-administrativo. Al respecto, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) define a la Responsabilidad Social Universitaria (RSU) como la operación de una política de gestión académico-administrativa, definida por cada institución en el marco de su misión, sus principios y valores, para llevar a cabo con calidad y pertinencia sus funciones, orientada al logro de resultados significativos mediante los cuales busca contribuir al desarrollo integral y sustentable de su entorno y participar en la construcción de una sociedad más próspera, democrática y justa.1 La RSU implica analizar el impacto que las actividades universitarias generan hacia diversos actores internos y externos, tales como el personal docente y no docente, los investigadores, las autoridades universitarias, los estudiantes, la comunidad, los empleadores y los egresados, entre otros, incluido el impacto ambiental.
Asimismo, la RSU puede ser una herramienta que permita a las IES coadyuvar al logro de los objetivos de desarrollo sostenible, los cuales son de carácter universal al haberse firmado por los 193 estados
miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) e involucra a todos sus actores (sociedad civil, sector privado, academia y ciudadanía).
Cabe mencionar que existe una corriente en el sector académico cuyos argumentos señalan que la RSU es una imposición de las instituciones hegemónicas del sistema económico neoliberal, le atribuyen una categoría preponderantemente empresarial y resaltan que las universidades, como
instituciones educativas, asumen desde su origen un compromiso social per se, por lo tanto, rechazan toda idea de implementar un modelo o programa
de RSU.
Sin embargo, es importante analizar el contexto socio-histórico en el cual surge y se transforma la noción de responsabilidad social, con el objetivo de darle un nuevo sentido a partir de las realidades y aspiraciones de las IES para construir un modelo de RSU a la medida de cada institución.

Gestión enfocada al cumplimiento de los objetivos institucionales en un marco de ética, transparencia y sustentabilidad, lo cual le brinde congruencia y credibilidad a las IES, al mismo tiempo que los estudiantes son formados bajo tales premisas. Docencia de calidad que brinde oportunidades reales a todos los estudiantes para mejorar sus condiciones de vida y que sea pertinente con las necesidades sociales, económicas y ambientales.
Investigación encaminada a generar y aplicar conocimientos socialmente pertinentes que coadyuven a resolver problemas locales con una perspectiva global mediante la innovación y el trabajo interdisciplinario.
Vinculación con la comunidad para atender problemas locales y especialmente para beneficiar a sectores vulnerables, por medio del trabajo coordinado con los sectores público, privado y de la sociedad civil, en el ámbito nacional e internacional.
Por lo anterior, es necesario que los futuros Contadores Públicos sean formados en instituciones que asuman la RSU como un eje transversal en todos sus procesos y actividades, de tal suerte que su perfil de egreso corresponda a las exigencias del mundo contemporáneo y se conviertan en agentes de cambio dentro de las organizaciones del sector público, privado y/o de la sociedad civil.
1 Visión y Acción 2030. Propuesta de la ANUIES para renovar la educación superior en México. ANUIES. Ciudad de México, 2018.
MTRO. LUIS IGNACIO ZÚÑIGA BOBADILLA
DIRECTOR DEL PLANTEL DE LA UNIVERSIDAD
DEL VALLE DE ATEMAJAC, PUERTO VALLARTA
Y COORDINADOR NACIONAL DE UNIVERSIDAD
EMPRESA DE LA ANFECA
LUIS.ZUNIGA@UNIVA.MX
DR. ENRIQUE VÁZQUEZ FERNÁNDEZ
SECRETARIO ACADÉMICO DE LA UNIVERSIDAD
AUTÓNOMA DE TLAXCALA (UATX) Y DIRECTOR
REGIONAL DE LA ZONA V CENTRO SUR DE LA
ANFECA
ENVAFE@HOTMAIL.COM
MTRO. JOSUÉ CUATEPOTZO MÉNDEZ
PROFESOR DE LA FACULTAD DE CIENCIAS
ECONÓMICO-ADMINISTRATIVAS DE LA UATX
JOSUECUATEPOTZO@YAHOO.COM.MX