C.P.C. Cesáreo Espa rza Ham M.D.F.
Auditor Especial para el Gobierno de la Auditoría Superior del Estado de Tamaulipas
cesareo.esparza@gmail.com
Síntesis
La aparición del COVID-19 en el mundo es un reto que obliga a dar lo mejor de cada uno en favor de la sociedad. La Contaduría Pública tiene mucho qué aportar institucionalmente y por medio de quienes la integramos. México requiere nuestra participación total. Los recursos públicos deben detonar el crecimiento y el desarrollo económico y armónico de la sociedad, generando prosperidad que, a su vez, derive en un ciclo virtuoso.
Introducción
Indudablemente, vivimos una de las coyunturas más desafiantes de nuestro tiempo. La irrupción del COVID-19 en el escenario mundial nos reta, confronta conciencias y exige dar lo mejor de cada uno en beneficio de la humanidad. La solidaridad, la generosidad, el respeto, la empatía, la tolerancia, el sentido de la responsabilidad y el cumplimiento del deber son componentes insoslayables de cualquier alternativa que haya de ponderarse como viable.
Todas las naciones requieren liderazgos diáfanos, comprometidos y resueltos fácticamente, allende la retórica, a conducirnos a mejores estadios de convivencia social, cooperación, desarrollo, prosperidad y civilidad.
La hacienda pública se refiere a todos los recursos de que dispone el Estado (ingresos, bienes y gastos) para atender las necesidades colectivas de un país
Los liderazgos no son privativos del orden público. Las organizaciones privadas, las sociales y los entes no gubernamentales están comprometidas a establecer sinergias para proyectar, proponer y participar en la edificación de un nuevo orden de convivencia de la humanidad, en el que se instale, de una vez por todas, la supremacía del interés general por encima del interés particular.
La Contaduría Pública, reconocida como la profesión mejor organizada en nuestro país, tiene mucho qué aportar como institución y por medio de quienes la integramos. México requiere nuestra participación total.
Los recursos públicos deben detonar el crecimiento y el desarrollo económico – y armónico – de la sociedad, generando prosperidad que, a su vez, resulte en un ciclo virtuoso, cuya secuencia se procederá a explicar en la siguiente figura.

Hacienda y gasto público En términos generales, la hacienda pública se refiere a todos los recursos de que dispone el Estado particularmente los ingresos, bienes y gastos– para atender las necesidades colectivas de un país; también existen las haciendas públicas estatales y municipales, que administran las entidades federativas y los ayuntamientos de los municipios.
Es deseable que, cuantitativamente, la fuente de recursos más importante para sufragar el gasto público sea la constituida por los ingresos tributarios, ya que es el venero más saludable de la actividad financiera del Estado.
El gasto público comprende, en términos generales, todas las erogaciones que realiza el Estado para atender el gasto corriente, la inversión física, el pago de pasivos, la deuda pública y su servicio.
La obligación de contribuir al gasto público se encuentra estipulada en el artículo 31, fracción IV de nuestra Carta Magna, si y solo si las leyes lo establecen, cumpliendo los principios de proporcionalidad y equidad. La totalidad de los recursos recaudados por concepto de contribuciones deben destinarse a la satisfacción de las necesidades comunes reflejadas en los presupuestos federal, estatales y municipales, todos estos sustentados en los planes de desarrollo respectivos.