Revista Contaduría Pública : IMCP | Una publicación del IMCP

  • Inicio
  • Revista Contaduría Pública
  • Artículos
  • Entrevistas
  • Multimedia
  • Universitarios
  • Investigación Contable
  • IMCE
ISSN 2594-1976
Artículos

Crisis financiera, efectos y expectativas en América Latina

admin - 4 enero, 2010

Entrevista con el Dr. Luis Ernesto Derbez, realizada en el marco de la XXVIII Conferencia Interamericana de Contabilidad, en la que compartió su opinión acerca del panorama financiero en Latinoamérica, para el corto y mediano plazo

En su conferencia comentó que no ha habido una recesión de la magnitud de la que estamos enfrentando, ¿podría ahondar más al respecto?
En la historia moderna es, sin duda, la segunda más importante después de la “Gran Depresión” y seguramente, si el gobierno de Estados Unidos y los gobiernos europeos no hubieran hecho todas las inversiones que hicieron para mantener el sistema financiero funcionando, entonces hubiere sido la de mayor magnitud en toda la historia.
Lo cierto es que la reacción de los gobiernos fue rápida y correcta en términos de evitar que llegara a los límites de depresión que tuvimos en 1929. Sí es un impacto tremendo; es decir, de los 81 países más importantes, 75% están en recesión, está Canadá, Estados Unidos, los países europeos, que son 27, México, países en Latinoamérica, incluyendo Brasil, que está teniendo una baja en crecimiento.
Por lo tanto, sólo nos gana la recesión de 1929, ya que ni los impactos de la Primera y Segunda Guerra Mundial de las diferentes crisis que se han dado a lo largo de los años, han tenido la magnitud de ésta, y no hemos terminado, sino logrado que no sea una depresión del tamaño de la de 1929, pero, sin duda, estamos todavía muy frágiles y existe la posibilidad de que esto continúe con mucha lentitud en los próximos años.
Estoy convencido de que vamos a ver un crecimiento muy lento durante un año o dos, es un crecimiento sin empleo, es decir, habrá generación de empleo, pero no del nivel que necesitamos para reponer la pérdida que se tuvo. Estados Unidos, está a niveles de 10% de desempleo y no están esperando que baje a menos de 8%, en los próximos dos años. De modo que vamos a ver una situación compleja en la que mucha gente va a seguir buscando empleo sin lograr encontrarlo; por lo tanto, tendrá consecuencias sociales de impacto psicológico en la población, mayores a las que se han dado en toda la historia, a excepción de la crisis de 1929 a 1933, que marcó a toda una generación.
Es muy interesante observar lo que pasó después de 1933 y la manera en cómo la gente se volvió frugal, hacían ahorro y no tenían un nivel de consumo fuerte, a pesar de que ya se estaban dando las condiciones de empleo y generación de ingreso, por lo cual  estoy convencido de que veremos esto como repetición en países como Estados Unidos, Canadá y en Europa, incluyendo países como el nuestro, donde la gente será menos consumista, una vez que salgamos de este problema. Lo anterior también tiene su impacto negativo, no vamos a realizar el mismo tipo de consumo que hicimos en esta época loca de crecimiento, pues también tendremos un crecimiento menor a lo que podríamos, si nos dedicáramos a gastar, pero la mayor parte de nosotros estamos asustados y es un susto de cambio de paradigma de consumo.
De este modo, veo una sociedad menos consumidora, mucho más ahorradora, situación que, a su vez, es mala. Hay una frase en macroeconomía que dice: “lo que es bueno a nivel microeconómico, no necesariamente es bueno a nivel macroeconómico”.

Asimismo, comentó que vamos a tardar en salir de la crisis, pero que ya tocamos fondo, ¿es cierto?
Creo que ya tocamos fondo y la verdad es difícil decirlo, pero lo hago por todo lo que se observa alrededor, la manera en cómo China e India están reaccionando, países asiáticos que son los menos afectados. Por otra parte, también la economía sudcoreana ha crecido a 2.9%, entonces ya las naciones empiezan a tener vestigios de crecimiento.
El mismo Estados Unidos da la impresión de que ya tocó fondo, mientras que México, sin duda, lo está tocando; por lo tanto, veremos una recuperación paulatina en el año 2010. Mi preocupación es que no va a ocurrir en pleno; es decir, no la sentiremos correcta, hasta la segunda mitad de 2010; y ahí es cuando sentiremos que vamos creciendo. Es decir, estuvimos tan ahogados que se siente bien cuando a uno lo dejan respirar, pero esa respiración sigue siendo una respiración difícil y compleja, en donde no tendremos las tasas de consumo, crecimiento y empleo que se tuvieron durante mucho tiempo.

¿Cómo saber que realmente estamos superando la crisis?
Lo notaremos en los indicadores que se van a dar en la economía, por ejemplo: en el indicador de producción futura, los niveles de inversión, la solidez bancaria en términos generales, etc. En México tenemos una gran ventaja, la solidez bancaria es fuerte, pero en Estados Unidos la solidez bancaria todavía está por verse. El ejemplo más claro es que hace algunos meses se pensó que Citibank y Bank of America, dos de los grandes bancos, ya estaban del otro lado porque habían reportado utilidades; sin embargo, otra vez reportaron pérdidas y eso demuestra que aún no han resuelto el problema.
Estamos viendo lo que está pasando con los pequeños bancos en Estados Unidos. Hace poco tiempo, el banco número 100 de tamaño medio, regional, quebró y tuvo que tomarlo la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC), quien es la que toma el control cuando ya están en quiebra. El número 100 no se había dado en los últimos 40 años, es decir, no habían quebrado 100 bancos regionales en Estados Unidos en los últimos 40 años. De tal modo que estamos viendo que el término de la limpieza no ha acabado en el sector financiero, en particular, en Estados Unidos. En Europa, la limpieza de las cuentas bancarias de los activos, de lo que se conoce como los balance sheets, las cuentas “T” de los bancos, me parece que terminará en los próximos meses, por lo tanto, no estamos fuera de peligro. Sin embrago, seguiremos teniendo este proceso con mucha fragilidad y con riesgo de que pueda hundirse un poco más.
Ahora bien, ¿por qué creo que tocamos fondo? Porque la Reserva Federal norteamericana, el tesoro norteamericano, está al pendiente e invertirá más dinero, en caso necesario, con lo cual no permitirá que se dé la quiebra. El riesgo de esto es un déficit muy fuerte del sector público en los Estados Unidos, que puede conducir a que haya menor capacidad de gasto por cinco o diez años, lapso en el que el tesoro de EE.UU., tendrá que repagar lo que adquirió de deuda para salir adelante y eso limitará su capacidad de gasto o, en su defecto, si no limitar el gasto, un proceso inflacionario que empezaría a verse de manera clara en un par de años y no en la actualidad, porque tenemos una recesión y hay poco consumo; pero que nos alcanzará, si los norteamericanos no empiezan a hacer el pago correspondiente. Esta es mi preocupación, más de largo que de corto plazo.
Es un endeudamiento que sigue siendo muy fuerte para el gobierno norteamericano, que sólo puede ser financiado con flujos de capital del exterior, porque no habrá un verdadero flujo de capital nacional. Por lo tanto, podríamos ver una caída del dólar que se mantendría por un periodo más o menos amplio, lo cual es bueno para México, porque nos vamos a hacer más competitivos, a nivel internacional, como otras naciones.
Además, representa que vamos a exportar nuestra riqueza; es decir, la contraparte de que tengamos un peso o un dólar débil, y que eso nos permita exportar más e importar menos, es que nuestro nivel de vida disminuya. Es decir, vamos a ajustarnos en nuestro nivel de vida, los americanos tendrán que ajustarse a ese nuevo nivel de vida, lo están haciendo bien y creo que el presidente Obama y su administración, entenderán que lo tienen que diluir a través del tiempo. Entonces, de nuevo veremos, en EE.UU., una capacidad de ingreso para consumo externo muy limitado en los próximos dos o tres años.

¿Y en América Latina?
A la preocupación económica, en América Latina, se añade la preocupación política. Aquí las estructuras políticas en general, incluyendo México, son complicadas (hay excepciones: Costa Rica, Chile y Brasil son países excepcionales). No podemos armar las estructuras de política pública correcta para salir de la recesión. Estamos viendo ese problema en Argentina, aunque la gran ventaja que tiene es que los productos primarios que exporta subirán de valor y eso le permitirá aguantar en una situación que llamaría “caótica”, otros dos o tres años, hasta que finalmente el hilo reviente, porque será imposible sostenerlo.
Sin embargo, es una gran ventaja y desventaja, ya que políticamente no acaban de ponerse en orden, sus políticas públicas no están definidas con una visión nacional, sino con una visión partidista o de diferentes facciones. Los precios de las materias primas subirán el próximo año, eso les permitirá financiarse con este boom del extranjero, pero sin resolver los problemas reales de su economía.
Brasil ha entendido lo que tiene qué hacer y lo está haciendo correctamente, entrando en el sector de energía con las combinaciones adecuadas, petróleo por un lado y con una empresa multinacional como Petrobras. La parte de la nueva energía con todo lo que ellos han desarrollado de Etanol es impresionante y los pone en la frontera. Están empezando todo lo que es la visión de desarrollo nuclear y están pensando, también, que la farmacéutica es una línea que tienen que desarrollar, tienen toda la industria aeroespacial.
Es decir, Brasil ha entendido cuál es la posición del siglo XXI y lo está llevando a cabo. Sin embargo, tiene un problema de distribución interna del ingreso; el primer estallido se notó en Río de Janeiro, recientemente, en cuanto a los problemas con los narcotraficantes. No veo un estallido generalizado, sino más bien estallidos como éste de Río de Janeiro, multiplicados en México, Colombia y muchas otras partes de Latinoamérica. Es una tendencia a destruir las estructuras institucionales, una que para mí es fundamental, la democracia; es decir, la estructura democrática de un país.
Aunque esto es en lo democrático, sin duda, tiene repercusiones en lo económico. Para mí el gran riesgo de las repercusiones en lo económico es este concepto de que el empresario es malo y no debería tener todas esas libertades ni desarrollar sus actividades. El Estado es quien debe saber cómo se controla, pero también cómo se gasta y cómo se invierte en el país; no es cierto, el empresario debe ser quien haga la inversión, quien genere empleo y quien desarrolle el país en lo económico, con la regulación del Estado.
Aunque, estamos volviendo a esos pensamientos de la década de los sesenta, setenta y ochenta, del siglo pasado, donde el Estado gestor, no es nada más el regulador, es el gestor: invierte, tiene empresas, hace cosas; y no es correcto, ya que podemos caer en la trampa del proteccionismo a nuestra industria y hacer una industria ineficiente, que no invierte en investigación y desarrollo por no estar sujeta a la competencia. Estos son los grandes temas que tenemos que cuidar en México en los próximos años.

Mucho se ha dicho que el problema específico en México es la educación, como rector de una universidad de prestigio, ¿considera que ese es el problema o qué papel juega la educación?
Sin duda, el problema más grande de la educación en México es la pertinencia, nadie habla de ese tema porque no nos gusta usarlo como tema central. Una universidad debe educar claramente, pero la educación deber ser pertinente. Pertinente a lo que demanda la empresa, la industria o el sector productivo nacional, es decir, los jóvenes que educamos, deben salir con pertinencia para lo que la industria mexicana, las empresas mexicanas requieren; pero también con pertinencia de futuro.
Tenemos que preparar gente para pensar cuáles son esos sectores del futuro. No podemos quedarnos con los brazos cruzados y seguir formando las profesiones tradicionales, decir: “necesitamos más de éste y de éste”, no, muchas de esas profesiones ya no tienen sentido ni utilidad en el futuro. Tenemos que movernos a la nanotecnología, a la industria aeroespacial y formar ingenieros que estén en esa dimensión.
Pensar en pertinencia actual y en la futura es algo que requerimos como sociedad. Así como estoy hablando del nivel universitario, también se requiere en primaria, secundaria y bachillerato. Necesitamos que los chicos se preparen en las cosas que  serán fundamentales para el siglo XXI; es decir, lo fundamental son las matemáticas y no les estamos dando buenas matemáticas. Una sociedad que está preparando jóvenes que no entienden matemáticas ni cómputo, ni muchas cosas de la modernidad, es una sociedad atrasada.
Pertinencia no es sólo a nivel universidad, sino también qué habilidades se están dando a los chicos en primaria, secundaria y bachillerato, para que entiendan al mundo moderno de forma correcta, para que cuando naveguen en Internet sepan investigar y  entren a estos centros de contacto de información, los cuales permiten obtener lo que pueden utilizar en su trabajo diario; y no lo estamos haciendo, los chicos se meten a Internet a divertirse, pero no a hacer análisis, investigación o encontrar otras publicaciones.
Entonces, ¿cómo enseñamos a nuestros jóvenes a que tengan curiosidad intelectual?, esa es una habilidad. Esas son cuestiones de pertinencia: ¿cómo vamos a enseñarla si los profesores no entienden? ¿Cómo podemos hacer esto si los profesores de primaria son, en general, gente que no conoce el Internet?, en el sentido de que no saben manejar una computadora, que cuando se les “pasma” (como es la palabra que usan los jóvenes modernos), no tienen idea de qué hacer con ella. ¿Cómo puede esa persona enseñarles estas habilidades a nuestros niños de primaria o de secundaria? ¿Cómo pueden enseñarles matemáticas si no saben hacer cuentas de su casa? Pues no tenemos a los maestros correctos, porque no es un sistema de méritos, es un sistema de compadrazgo, ese es el problema.
Como economista entiendo que ésta es una cuestión de incentivos. Los incentivos en el sector público son políticos; los incentivos en el sector privado en su mayoría, no todos, son económicos y se nota el resultado en la educación. ¿Qué estamos haciendo?, creando dos tipos de personas distintas en nuestra sociedad: una del siglo XXI, que es un segmento muy pequeño de la población, no más de 25 a 30%, y el resto del siglo XIX y XX. Si seguimos en esta línea tendremos una tensión muy fuerte en el futuro, porque no podemos tener un tercio de la población en el siglo XXI y dos tercios en el siglo XX.

Retomando el tema de la crisis, normalmente se inculpa de la misma al gobierno, pero esta vez se culpó al sector financiero y a las empresas; al respecto, ¿qué debe hacer el gobierno, las empresas y el sector financiero para salir de ésta?
El problema del gobierno es que a los políticos les interesa que la culpa se le atribuya al sector privado porque eso les resuelve su dificultad de presentarse públicamente. Si yo puedo culpar al exterior, constantemente como ocurre en México, nadie me preguntará: ¿pero qué estás haciendo al interior para resolver lo que impactó la crisis externa?, y así me la quito muy fácil, porque como político lo que digo es: “no es mi culpa, es culpa de Estados Unidos y después de los empresarios porque eran muy avariciosos”. Quiere decir que, como clase política, no quiero darle el papel que corresponde al sector privado, sino volver a tomar decisiones de todo tipo y naturaleza, lo cual engendra corrupción, que es parte del problema actual.
El gobierno debe entender su papel, tiene que dar una visión estratégica de largo plazo, pero no la hay, lo que estamos discutiendo es el corto plazo; es decir, cómo financiar los gastos de ayer, no cómo financiar los gastos de mañana. Nadie está discutiendo cómo vamos a financiar el futuro, sino cómo financiar el pasado, ese es el problema. Lo que estamos diciendo es: “como tú eras malo, como tú no sabes manejar, entonces yo sector público tengo derecho a seguir gastando, tú no”.
¿Qué debería estar haciendo el gobierno?, no hay que decir eso, al contrario, ¿cómo ayudo al sector privado para que genere mayor volumen, para que se modernice y para que cambie de visión?, entonces, esta alianza de Estado e iniciativa privada debería tener esa visión de futuro. Ahora está permitiendo tapar errores de política pública culpando al sector privado; mientras que el sector privado, está jugando a decir: “lo acepto, nada más subsídiame, porque en realidad es el extranjero el que nos está haciendo la vida mal”.
La combinación que tenemos en México es terrible porque culpamos al extranjero y, por lo tanto, todos los nacionales estamos protegidos. Esta combinación es pésima y en ella estamos en este momento, en su lugar, deberíamos estar pensando: “señores todo salió mal, correcto, cómo cambiamos a esta empresa para que sea innovadora, con visión de largo plazo, que acepte la competencia”.
Nuestros empresarios prefieren condiciones de mercado oligopólicas, que condiciones de mercado de competencia, sin duda, y nuestros políticos también. A nuestros políticos les gusta ser ellos quienes sigan trabajando oligopólicamente; es decir, vea los nombres de las personas que están discutiendo hoy el presupuesto en México, revise un periódico de hace 30 años y verá que se repiten bastantes. Es decir, hay condiciones oligopólicas políticas, condiciones oligopólicas empresariales, lo cual ocasiona que se tengan élites trabajando, unas con otras, para mantener la estructura del país y no para transformarla.
¿Qué debería hacer el gobierno?, simplemente transparencia, apertura, visión de futuro, visión estratégica y decisión de no ser el gestor, sino el rector.

Para finalizar, ¿cuál sería el papel de la profesión contable?
Estoy convencido de que el Contador está evolucionando. Durante mucho tiempo la profesión contable se quedó en lo que los economistas usábamos de broma, que era siempre viendo por el espejo retrovisor al pasado y documentando el pasado, y ésta fue la visión de la profesión contable hasta la década de los noventa, mucho anquilosamiento de empujar lápiz, papel y números, y al mismo tiempo nada más ver el pasado para presentar. Del mismo modo, la mofa para nosotros era que explicábamos ¿por qué lo que debió haber sido, no fue?
De tal manera, con la visión de futuro, los Contadores tienen que pasar a un papel de cambios en la estructura organizacional, de la manera en cómo se presenta la información y de la forma en que se usa para tomar decisiones. Los Contadores podrían y deberían jugar ese papel y creo que hacia allá está evolucionando la profesión. Por un lado, mantén tu capacidad técnica del manejo de los números y de las estructuras; por otro, ten la capacidad de agarrar esos números y transformarlos en fuente de información para la toma de decisiones; y finalmente, influye en la transparencia de la toma de decisiones.
Los Contadores necesitan forzar a que haya transparencia en la toma de decisiones, presentando la información, pero también haciéndola pública. Por eso los auditores siguen siendo tan importantes. En esa combinación de los tres aspectos es como creo que la profesión volverá a consolidarse, pero durante mucho tiempo, sólo fue nada más  la primera, después le agregaron un poco la segunda, y hoy tienen que añadir la tercera. Llegar a esa transparencia, el funcionamiento de los Contadores, como elementos de ese gobierno corporativo, garantes de que la información exista, de que sea accesible y de que se utilice para la toma de decisiones, de manera correcta. Este es el papel que le veo a un Contador, un papel muy distinto al que arrastraba números y se manchaba las mangas de la camisa.
Me parece que el IMCP tiene esa visión, y en la medida en que empiece a hacer el cambio y lo obligue como método de enseñanza en las escuelas de contabilidad de todas las universidades, van a poder darle esa nueva dimensión y hará que los muchachos quieran volver a inscribirse en contabilidad, porque no va a ser nada más arrastrar números, sino ser partícipes en la toma de decisiones y en la garantía que debe ofrecerse como profesión, en cuanto a que hay claridad, transparencia y buen gobierno corporativo.

 0
Share Now
Previous Post Reforma Fiscal 2010
Next Post La tecnología y la información financiera

Síguenos

Entredas Recientes

  • El proceso de seguimiento y corrección

    Artículos
  • Relevancia del proceso de aceptación y continuidad

    Artículos
  • Desafíos relacionados con los nuevos componentes y sus objetivos de calidad en la NIGC 1

    Artículos
  • El impacto de la Norma Internacional de Gestión de la Calidad en las Firmas de Contadores medianas y pequeñas

    Artículos
  • Manuel Arias.

    Artículos

Contaduría Pública es una publicación mensual editada por el Instituto Mexicano de Contadores Públicos, A.C. (IMCP), Bosques de Tabachines 44 Fracc. Bosques de las Lomas 11700. Ciudad de México +5255 5267 6400 / ISSN 2594-1976 www.imcp.org.mx

Contáctanos

Síguenos

Categorias

Actualización Contable Aportaciones de los Asociados Artículos Docencia Editorial Entrevista Entrevistas Fiscal IMCE Revista Digital Revista especial de agosto 2020 Revista Impresa Universitarios

SUSCRÍBETE AHORA

Desea recibir los boletines informativos del imcp

SUSCRÍBASE AQUÍ
  • Acerca de
  • Comisión de Revista
  • Contáctanos
  • Aviso de privacidad
  • Media Kit 2018

CONTADURÍA PÚPLICA 2018 D.R. IMCP