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ISSN 2594-1976
Artículos

Memoria y estrés

admin - 2 junio, 2012

Dr. Luis Daniel Alviso de la Serna
Investigador Neuropsiquiatra
dralviso@gmail.com

La memoria es una de las principales funciones mentales del ser humano. Gran parte de nuestra vida está relacionada con la memoria; por ejemplo, cuando recordamos nuestros pendientes del trabajo, a nuestros seres queridos o sonreímos por pensar en un detalle. Por ello, cuando ocurren problemas con esta función se origina una gran preocupación y, en muchas ocasiones, un importante motivo de consulta al especialista

Sin embargo, por su complejidad, no siempre que ocurre una alteración en la memoria significa que se está teniendo un problema de pérdida de la memoria. En numerosas ocasiones factores externos se traducen en una dificultad para manejar la información, y la persona puede experimentar esto como una pérdida de su memoria.
Existen tres procesos básicos con los que se construye y trabaja la memoria en nuestro cerebro: La codificación, que es el paso en donde el cerebro obtiene nueva información que es asimilada por determinada parte de la corteza cerebral, dependiendo del tipo de estímulo de que se trata. Después, estos conocimientos deben ser “asimilados” por el cerebro en un proceso que se conoce como consolidación, el cual es el punto en donde el cerebro comienza a guardar la información recién adquirida y se asocia con información que ya había sido obtenida.
Un tercer proceso, es el que marca el uso de esta información que es llamado evocación. Mediante este proceso, la persona “llama” a la información previamente almacenada y la utiliza de manera voluntaria y consciente para algún momento de su vida diaria.

Dónde se localiza la memoria
Cada elemento de nuestra corteza cerebral se encarga de la codificación de una actividad específica; por ejemplo: la corteza de nuestro lóbulo occipital, el que se encuentra a nivel de la nuca, contiene la corteza visual primaria; por lo tanto, es el área que está encargada de analizar toda la información que proviene del sentido de la vista. De esta misma forma si se busca la información de cómo llegar a casa se hace una relación directa a las funciones del lóbulo parietal derecho.
De esta manera, la localización de los lugares donde se guarda determinado tipo de memoria pueden ser tan variables como el tipo de recuerdo del que se trate. Por ello, en general se habla de una sola estructura en la cual se puede englobar gran parte de los procesos que están implícitos en el sistema de codificación, consolidación y evocación de la memoria.
Estos elementos han sido ampliamente estudiados y hoy se conoce como el sistema de la memoria o el Circuito de Papez. Este consiste en elementos de nuestro cerebro que están implicados en los procesos de la memoria en todos sus pasos. (Veamos la siguiente ilustración).

Distintas estructuras que forman parte del sistema de la memoria, cualquier daño a estas puede traducirse en alteraciones de la misma

Tipos de memoria
Para entender lo anterior y para saber cómo es que el estrés puede traducirse en distintos tipos de alteraciones de la memoria, es importante tener en cuenta factores neurofisiológicos que están relacionados con la forma en la que almacenamos y manejamos la información en nuestro cerebro.
A grandes rasgos se ha conocido desde hace tiempo la memoria de largo y de corto plazo, como las dos grandes clasificaciones que se manejan de la memoria; sin embargo, en la actualidad, gracias a las neurociencias sabemos que existen otras clasificaciones.
Podemos recordar todos los datos que vemos en el día a día en una cuenta, pero quizá al cerrar esa cuenta o al terminar ese proceso olvidemos gran parte de esa información. Sin embargo, podemos recordar por mucho tiempo aquel regalo que nos sorprendió hace seis navidades. Cuando hablamos de la última vez que comimos sushi, utilizamos diferentes elementos que para recordar lo que es el sushi. Cuando nos sentamos en el auto y automáticamente tomamos la palanca de velocidades, utilizamos otro tipo de memoria, que no es la misma que se usa para recordar la ruta que nos lleva al trabajo.


Por ello, muchos neurocientíficos se dan a la tarea de clasificar y distinguir entre los distintos tipos de memoria que poseemos. Es necesario dejar claro que estos procesos no son independientes, sino que forman una enorme base para crear una compleja red de conocimientos que ayudan al ser humano en el día a día. La memoria en sí, es un constructo que nos ayuda a entender, almacenar y utilizar esa información, según sea necesario y que en ese proceso se puede ver afectada en cualquiera de sus etapas.

Factores que afectan la memoria
La mayor parte de nosotros tiene el entendido que múltiples enfermedades afectan la memoria. La más conocida quizá sea la enfermedad de Alzheimer y aunque es una de las más comunes a nivel mundial sabemos que este tipo de demencia es tan solo una de tantos otros tipos de demencia.
Sin embargo, existen otros tipos de trastornos demenciales, entre los que se agrega uno muy importante en nuestro medio, que es la demencia de origen vascular. Con la dieta y el sobrepeso de nuestra población no es raro pensar en la acumulación de placas de ateromas en nuestras arterias y con ello en importante factor de riesgo para tener pequeños infartos en nuestro cerebro.
Otros tipos de demencia como la demencia semántica o la demencia frontotemporal, también son patología que incluso muchos médicos no reconocen; por lo tanto, deterioran a las personas sin poder tener un tratamiento adecuado.
Sin embargo, como ya se comentó, sabemos que no solo la memoria se va a afectar en los procesos conocidos como demencias, sino que otro tipo de enfermedades que afecten a esta compleja red, también ocasionarán problemas de obtención, fijación o evocación del conocimiento. Tal es el caso de algunas personas que experimentan crisis epilépticas o que sufren un traumatismo craneoencefálico y no recuerdan lo ocurrido.

El estrés
Es en este punto donde se cuestiona si es necesario ser portador de alguna enfermedad para tener alteraciones en la memoria y si cuando se tienen tales alteraciones está implícito que haya algún tipo de enfermedad.
Como se había comentado, existen tres procesos básicos de la memoria: la obtención, fijación y evocación. Sin embargo, existe un cuarto y muy importante componente que es el resultado de estos tres: la consolidación de la memoria.
Cuando se adquieren conocimientos de lo que está sucediendo en el mundo que nos rodea no sería de utilidad si no fuéramos capaces de retener ese conocimiento, asociarlo y utilizarlo. Por lo tanto, el proceso en el cual consolidamos el conocimiento es de vital importancia, tanto para las cosas que nos duelen, como las que nos ponen felices, así también para recordar lo que queremos comprar en el mercado.
Existen numerosos factores que pueden ocasionar variaciones en este proceso que sería complicado decir que solo una enfermedad los puede alterar. Por ello, debemos tomar en cuenta que uno de los principales factores que afectan al día a día del ser humano en nuestra sociedad, es el estrés.
El estrés se debe entender como algo que está dañando al ser humano desde un sentido físico o psíquico. Es una cascada de reacciones psíquicas, biológicas, neurofisiológicas y endocrinológicas que influyen en diversas funciones del ser humano. Si bien, recibir una mala noticia es un importante factor psíquico de estrés, también lo es no dormir, ayunar, estar enfermo y cualquier cosa que implique un daño para, con y hacia el ser humano, ya sea real o tan solo percibida como posible, lo cual implica que nuestro cuerpo genere una reacción de estrés.

La memoria afectada por el estrés
Como se había comentado, la memoria tiene tres eventos en los que puede verse afectada: la codificación, la consolidación y la evocación; sin embargo, varios neurocientíficos también consideran la posibilidad de olvidar rápidamente las cosas y errores en la codificación y consolidación de la información.
El estrés puede afectar directamente a cualquiera de estos sistemas, aunque de manera distinta, según sea el caso; por ejemplo, que los niveles de atención de la persona sometida a estrés constante están disminuidos. Debido a ello, existen problemas en el momento de estar adquiriendo nueva información, lo que puede traducirse en una reducción importante de la capacidad del individuo para obtener datos nuevos.
De esta manera al momento de obtener la información de forma inadecuada, los procesos de codificación estarán muy afectados, con lo que no será posible llegar a la evocación adecuada.
Sin embargo, también existen casos en los que el problema no es el proceso de obtención de información, como es el caso de las personas que de continuo están sometidos a periodos o jornadas laborales prolongadas en donde existe un problema posterior, los mecanismos necesarios para un proceso de consolidación adecuados.
Los problemas de estrés tienen un efecto importante sobre el proceso de la arquitectura del sueño, debido a que no es posible lograr un descanso adecuado. El proceso de consolidación tiene un momento clave cuando se llega al sueño de movimientos oculares rápidos, también conocido como REM. En ese momento los datos que se adquirieron durante el día se asocian con datos aprendidos previamente, de forma que adquieren una consolidación y asociación entre ellos.
Por último, también es conocido que los procesos de evocación de la memoria pueden estar afectados en personas que tienen problemas en las funciones del manejo de la información; es decir, otra posible alteración de la memoria consiste en que por procesos de estrés, la persona no sea capaz de recordar, de manera adecuada. Esto se debe a que el estrés puede afectar directo la parte de nuestro cerebro encargada de organizar la información. De esta manera, cuando estamos frente a una persona que está sometida a momentos intensos de estrés es posible que tenga problemas y que la información que recuerde sea poco precisa o incluso errónea.

Tratamiento
En la mayor parte de los casos de personas jóvenes que presentan alteraciones en la memoria, se considerará como primera opción, que se deban a un problema de estrés en lugar de un problema de tipo demencial. Este tipo de procesos se debe abordar bajo el manejo diferencial de un especialista a fin de asegurarse que no hay alguna otra patología agregada al caso. Recordemos que en las presentes generaciones el estrés es una de las grandes enfermedades de nuestro siglo.
El manejo adecuado del estrés debe considerarse el primer tratamiento para este tipo de problemas, por lo que una rutina de ejercicio semanal, una buena dieta y un descanso adecuado pueden mejorar los niveles de estrés.
Por otra parte, el tratamiento farmacológico se elige para los casos graves, en donde no se ha logrado un control adecuado de la sintomatología por los medios habituales. Se debe tener en cuenta que, pese a que existen varios remedios naturistas para el control adecuado del estrés, siempre es necesario realizar la consulta con un médico especialista, quien orientará al paciente para saber si el medicamento que está tomando puede tener un efecto colateral o alguna otra interacción con algo que está tomando.

Conclusión
Una de las principales causas de alteraciones en la memoria en las personas jóvenes en nuestro medio y en la actualidad son los trastornos relacionados con el estrés, debido a que en el medio en que actualmente vivimos existen diversos factores estresantes, por ello es importante tener en cuenta que las alteraciones en la memoria pueden ser un indicador de que el ritmo de trabajo está siendo excesivo o que no estamos alcanzando el descanso de forma adecuada.
Nuestro tiempo de descanso, la comida y el cuidado cuando estamos enfermos no solo es bueno para mantener la salud física, sino necesario para mantener una adecuada sanidad mental. Unas horas al día para hacer ejercicio y comer bien han demostrado que, además de ayudar a mantener el cuerpo sano, también permiten al individuo su realización plena en cuanto a su potencial intelectual. No respetar y reconocer esta regla mermará de forma constante nuestras labores diarias.

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