¿De quién se trata?
Patricia es Comunicóloga por la Universidad Iberoamericana, con diplomado en Marketing e Imagen Pública. Tanatóloga, instructora de yoga y terapeuta alternativa, para lo cual se ha preparado en monasterios de Nepal, India y Tailandia. Por más de 20 años ha impartido conferencias y talleres sobre estrés laboral, imagen pública y carisma, antitabaquismo y técnicas ancestrales de autocuración. Además, es Vicepresidenta de la Cámara de Comercio de Canadá; Presidenta y Fundadora del Centro Mexicano de Sonoterapia, y cuenta con más de treinta años de experiencia en las industrias automotriz y farmacéutica, así como con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)
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Por  L.C.C. Georgina Ávila Figueroa/Coach Ejecutivo/Trikon Comunicación/gavila@trikon.com.mx

Esta entrevista con Patricia Elena Puente Fuentes fue realizada en enero, pero en marzo dejó de laboral en Apotex.

Eres un ejemplo de que sí se puede equilibrar la salud física, mental y espiritual estando en un ambiente de una gran exigencia corporativa ¿Cómo lo haces para lograrlo?

Yo creo que la base fundamental es poder trabajar con el estrés que, incluso, hoy en día se considera una epidemia mundial sin solución real. Esto tiene que ver con el autoconocimiento; es decir, uno tiene que saber cómo es que funciona y afecta el estrés a nuestra mente y a nuestro cuerpo, si no conocemos esto, no sabremos cómo manejarlo y controlarlo; esta parte —que yo he trabajo desde hace ya varios años— tiene que ver con conocer mi cuerpo, saber cómo se estresa, con qué estresores y cómo reacciona ante ciertos mecanismos, eventos o circunstancias que me causan estrés.

Una vez que uno se conoce —lo cual lleva un proceso y no es de la noche a la mañana—, tiene uno que estar atento, darse cuenta de que a lo mejor a mí me estresa muchísimo manejar en el tráfico, pero habrá otras personas que eso no les estrese tanto como entregar un trabajo en una fecha límite, o tener preocupaciones familiares, problemas económicos, una enfermedad o a un familiar enfermo.

Hay muchísimas causas que generan estrés y uno tiene que empezar identificando cuáles son esos estresores y cómo nos afectan, porque a mí me puede afectar no durmiendo bien, a ti dándote gastritis y al de junto siendo distraído o no estar concentrado. Estas reacciones son algo muy individual.

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El primer paso es conocerse a sí mismo, conocer su cuerpo y empezar a trabajar; si sé que voy a estar sujeta a ciertos estresores que conozco, que sé me van a afectar, tengo que trabajar con eso.

Hay varias técnicas, una es estar muy atenta a la respiración, porque es lo primero que se nos altera cuando estamos estresados, empezamos a respirar de una manera muy inadecuada, a oxigenar muy poco, es corta y superficial, entonces trato de mantenerme atenta a cómo estoy respirando, a cómo me estoy sintiendo en este evento o circunstancia, y una vez que pasa el evento, trato de volver a centrarme, a estar atenta y a liberar el estrés que me pudo haber generado esa situación, y si no, en la noche también puedo hacerlo, si no estamos acostumbrados o no tenemos las herramientas, por lo menos cuando llega uno a casa, es importante que en lugar de generar más estresores como ver el programa de balaceras o las noticias de las tragedias que vivimos todos los días, buscar un espacio de quietud, de tranquilidad y de relajación; aunque lo ideal es usar técnicas de respiración, de relajación profunda o meditación.

¿Alguna vez tuviste un momento en el que te rebasara el estrés en el mundo corporativo en el que estás?

En varias ocasiones, porque a veces el ambiente de trabajo es muy estresante y de mucha exigencia —quizá no todo el tiempo, pero sí dependiendo de ciertos proyectos o situaciones—, no comes a tiempo o no sales a tu hora y llegas a atender casa, hijos, problemas propios de la familia, y te empiezas a saturar y a acumular eventos y tensiones, y lo primero que te afecta es no dormir bien, no descansar, tener problemas de gastritis y colitis, y te empiezas a alterar, te vuelves hipersensible y de pronto una situación que podrías manejar con más tranquilad en otro momento, hace que revientes, y cuando esto sucede se empeora y no se soluciona nada.

Eso me enseñó la experiencia, que ese no era el camino ni la forma y que además es difícil que cambiemos las circunstancias, que el mundo laboral, empresarial y ejecutivo en general así funciona, y que más bien debemos adecuarnos y conocernos para navegar por él sin salir afectados.

¿Hubo algún evento que te haya hecho buscar caminos alternativos y prepararte en otra área diferente a la corporativa?

Sí. Yo empecé a estudiar tanatología, porque era un tema interesante que me gustaba e inquietaba desde muy chica, quería saber acerca de la muerte, por eso hace ya varios años me adentré en ello y decidí estudiar el diplomado.

En un momento dado estudias todas las religiones en el mundo para ayudar a las personas, independientemente de la que profese, es así como llego al budismo tibetano, y cuando empecé a leer al respecto, de plano dije “de aquí soy”. Me identifiqué con todos sus principios, sus conceptos, con este conocimiento de uno mismo, con el trabajar la mente, las emociones y me cayó como anillo al dedo, ahí empecé a buscar dónde estudiar más y conocer más, empecé en Casa Tíbet México, con Antonio Karam y a partir de ahí entré al mundo oriental, empecé a viajar a Asia, a conocer técnicas orientales de curación, viajé a Tailandia con un maestro chino maravilloso, con él conocí diferentes técnicas de salud, autoconocimiento y autocuración; y así empecé a ir a retiros de meditación cada que podía y a prácticas de este tipo.

Al ver el efecto que tenía en mí el aprender a meditar, el conocer mi cuerpo, el respetarlo, el cuidarlo, el ser mucho más tolerante con los demás y conmigo misma, ahí fue donde hubo un cambio muy importante, el cual empecé a aplicarlo en mi vida personal y laboral.

Como responsable de las relaciones profesionales y de comunicación, tienes contacto con todos los ejecutivos de la empresa ¿Cómo haces para mediar tu propio estrés y el de los demás?

Creo que lo que uno es internamente se va proyectando al exterior; en general, tengo buena relación con la gente y si hay una situación tensa o estresante, trato de buscar las mejores alternativas, o bien, si no es el momento propicio porque todo mundo está fuera de control, propongo darnos un espacio para abordar cierto tema, creo que ha sido eso, compartir y proyectar una tranquilidad, una ecuanimidad y una empatía con la gente, eso se comparte con los demás. Es difícil que la gente llegue a “echarme bronca” por algo, más bien nos relajamos mutuamente y entonces es más fácil abordar el tema y trabajar con la gente, así se va construyendo un ambiente diferente.

Decías que hay que “aprender a respetar y a cuidar nuestro cuerpo”, pero a veces nos cuesta trabajo entender este tipo de conceptos y nos preguntamos ¿Cómo es que no lo respetamos?

No lo respetamos cuando no lo alimentamos adecuadamente; por ejemplo, te levantas y no desayunas, o te vas tomando un café en el coche, no tenemos un hábito para desayunar con calma en casa; pero si eso implica levantarnos 10 o 20 minutos antes, lo valemos. Mucha gente en la oficina toma café todo el día para mantenerse alerta, despierto, activo —conozco a quien se toma de 7 a 10 tazas de café el día—, pero por supuesto es poco sano, los excesos no ayudan a nuestro cuerpo. También no respetamos la hora de la comida, a veces comemos a la 1, a veces a las 2, o a las 4, no le damos un orden a nuestro estómago y a nuestra digestión, comemos a mil por hora, nos atragantamos porque tenemos que regresar o dejamos pasar el tiempo, es más, pedimos un sándwich a la oficina y lo comemos sobre el escritorio porque tenemos otra junta al rato.

Esto es parte de no respetar el cuerpo y tiene que ver con una cultura empresarial, con que toda la gente esté consciente de esto y que permeé a todos. Otra forma de no respetarlo es pasar días, semanas y meses enteros fuera de un horario de trabajo establecido.

Yo entiendo que hay tiempos, momentos en los que las demandas de una empresa requieren que salgas más tarde, pero no todos los días, eso no es correcto y me parece una falta de organización corporativa, porque no es posible que todos los días la gente salga a las 8 o 9 de la noche, algo está mal o los procesos no son los correctos.

La gente necesita salir a descansar, desconectarse, tener sociabilización, ya sea con la familia o con los amigos, y entonces llegas a dormir y a descansar, te das el espacio de desconectarte de tu trabajo, dejarlo donde está y no llevártelo a casa. Esa es la falta de respeto a la que me refiero.

¿Cómo se puede formar o gestionar una cultura empresarial orientada al respeto de uno mismo, de nuestro cuerpo?

Hoy cada vez más empresas tienen conciencia de esto, de cómo afecta y del costo que esto tiene; es decir, entre más gente con burnout, quemada laboral o profesionalmente, se elevan los costos. Lo que pasa es que mucha gente no se da cuenta —estamos hablando de ausentismo—, de que se empieza a enfermar, de que está en un ambiente laboral poco sano, de una alta rotación de personal donde se pierde experiencia, tiempo, de no tomar decisiones o de que estas son inadecuadas porque hay poca claridad mental, y esto es algo muy sutil que no lo puedes percibir o medir de inmediato.

Está comprobado y medido por muchas organizaciones a nivel mundial que el costo del estrés laboral es multimillonario y las tasas de las primas de seguros se incrementan.  Hoy las áreas de recursos humanos tienen más acceso a esta información, tienen esa conciencia y saben que no les conviene que siga adelante de esa manera.

Cuando hay una conciencia de salud corporativa, de bienestar empresarial, entonces empiezan a respetar y a poner límites.

¿Qué tipo de límites puede poner un jefe para cuidar la salud de sus colaboradores?

Tener muy claras las actividades, los roles y responsabilidades de cada quien, y ser más organizados y eficientes.

Todos queremos irnos temprano a cierta hora, entonces trabajemos el tiempo que tenemos que trabajar, pero si hay alguien que se está saliendo de ese esquema, habrá que revisar qué está pasando, por qué no puede cubrir sus tiempos y dar sus resultados.

Me parece que es una parte del rol del jefe que puede empezar a permear y a influir en sus empleados, siendo, primero un ejemplo, porque si él llega a las 10 de la mañana, regresa de comer a las 6 de la tarde y quiere que la gente empiece a trabajar a esa hora, pues ya empezamos mal.

Todo en esta vida tiene que estar equilibrado, la gente debería tener más conciencia y saber que habrá momentos en los cuales darle más de tiempo a ciertos proyectos o circunstancias; pero, por otra parte debe entender que necesita tener una vida después de su trabajo, convivir con sus hijos antes de que se duerman, con su esposa, o salir y ver a los amigos; hacer ejercicio o simplemente cambiar, dejar el trabajo y tener otro tipo de actividades.

¿Qué indicadores puedo ver en mis colaboradores para saber si están sanos? ¿En qué me puedo fijar?

En el ambiente laboral que se genera; es decir, cuando la gente deja de reírse, cuando pierde el sentido del humor, cuando se vuelve intolerante, cuando no le gusta trabajar en equipo y se vuelve aislado, o reacciona al primer comentario. Estos son pequeños mensajes o llamados de atención.

Otro puede ser si se está enfermando constantemente o si ya lleva varias gripas, si ya se enfermó del estómago o se está durmiendo en el día, eso significa que no durmió bien. La gente deja de tomar decisiones y se vuelve indecisa, le da muchas vueltas, hay falta de creatividad.

Todo esto son indicadores que al ir sumándolos, ves que, constantemente, la mayoría de la gente de tu equipo tiene dolores de cabeza y acidez estomacal, entonces hay una llamada de atención. O bien, puedes ir directamente y hacer una encuesta confidencial, o apoyarte en el área de recursos humanos para medir si la gente está contenta o no está a gusto, si está satisfecha con lo que hace —ya que en el mundo laboral, más de 80% trabaja en algo diferente a lo que se imaginó que iba a trabajar o que no tiene que ver con su carrera original y no le gusta—, eso también es importante, el saber si le gusta, si está comprometida o frustrada, porque todo influirá en el grupo; es decir, la gente se vuelve menos eficiente y menos responsable; o se va al otro lado, y son workaholics, donde no hay otra cosa en su vida más que trabajar 20 horas, e incluso se convierten en ejemplo.

Trabajas en la empresa farmacéutica más grande de Canadá, eres Vicepresidenta de la Cámara de Comercio de Canadá, Presidenta-Fundadora del Centro Mexicano de Sonoterapia y además das conciertos, conferencias y talleres ¿Cómo haces para equilibrar de manera sana esas actividades?

Combino de todo un poco, lo complemento y disfruto mi trabajo, me gusta tanto la parte laboral corporativa y ejecutiva, como la que tiene que ver con el autoconocimiento, la autocuración y el ayudar a que los demás también tengan esto.

De lunes a viernes trabajo en Apotex y algunos días en el mes tengo relación con eventos de la Cámara o de la Embajada, todo lo que tiene que ver con salud alternativa lo trabajo el fin de semana o entre semana después de las 6 de la tarde.

Los domingos, cada mes o mes y medio, doy un concierto terapéutico, un taller sobre el manejo del estrés laboral y conferencias del tema; asimismo, doy cursos a las personas que les interesan las técnicas ancestrales de autocuración, esto en fines de semana cada dos o tres meses.

Te escucho muy organizada, muy equilibrada en las actividades, eso me indica que sí es posible tener un trabajo con ese nivel y además hacer otras cosas igual de demandantes

Lo importante es que a una le guste, que una se sienta satisfecha, que te llene; entonces, en lugar de ser un desgaste es algo que te enriquece.

¿Cómo usas estos conocimientos diferentes en tu actividad corporativa?

Yo vivo con ellos y a lo mejor con algunos compañeros puedo compartir alguna técnica; por ejemplo, si tienen dolor de cabeza, de estómago o algún malestar les comparto una posible solución de lo que es estar conscientes de la respiración y de relajarse por algún momento.

En alguna ocasión he dado pláticas en Apotex para compartir con la gente las posibilidades y técnicas que hay para equilibrar y balancear nuestro ritmo de vida en una ciudad como esta y con las demandas laborales que se tienen, ya que si no nos cuidamos a nosotros mismos, nadie más lo hará.

En Apotex se han dado programas sobre el estrés laboral y alguna vez di clases de yoga por seis meses; es decir, existe una preocupación por la parte corporativa de que la gente esté bien. Son cosas importantes que las empresas deben tener o ayudar a implementar programas de bienestar, porque el retorno de inversión es altísimo.

¿Qué otras actividades hay en Apotex orientadas a fomentar la salud?

Hay programas para bajar de peso, análisis clínicos para evaluar el estado general de salud de todos los empleados y se ofrecen recomendaciones médicas para el control de la presión, el peso o el azúcar.

¿Consideras que es posible eliminar el estrés?

No, porque es parte del funcionamiento del ser humano, nos permite en un momento de crisis salvar nuestra vida, es una reacción de sobrevivencia de hace miles de años, funcionaba cuando el hombre de las cavernas tenía que salir huyendo de un animal o tener una contienda y creo que es algo evidente que podemos detectar, alguna vez hemos estado en momentos de crisis, en una situación dramática en la que sacaste fuerza quién sabe de dónde y pudiste correr, cargar o saltar de una manera que comúnmente no lo harías, y después te preguntas cómo hice eso; o bien, cuando te cortas o golpeas y no lo sientes, todo esto sucede cuando nos estresamos.

Hay una cadena de cambios en nuestro organismo a nivel hormonal que vienen del cerebro cuando recibe la señal de alerta, son mensajeros o neurotransmisores que avisan al sistema nervioso para que otros sistemas se reduzcan y agudicen, esto tiene que ver con que está en riesgo tu vida, para eso sirve la señal de alerta o de estrés.

Por desgracia, hoy tenemos esas mismas señales, pero durante una reunión o manejando un coche y no liberamos esa carga que se genera para una razón, y además se vuelve crónico porque cada día vivimos lo mismo con estrés crónico, por ello no nos sentimos cansados, ya que todo el tiempo tenemos la adrenalina adicional a nuestro cuerpo; por eso, cuando te vas de vacaciones o te das el tiempo de un descanso te sientes como trapo y dices “¿cómo si acabo de llegar; por qué ya no hay adrenalina? Es decir, tenías todos tus sistemas trabajando al máximo y otros reducidos, los primeros que se suprimen son el inmunológico y el digestivo porque no son indispensables para salvar la vida, y los cinco sentidos se agudizan porque es más importante tener una mejor visión y una audición más aguda, así la tolerancia al dolor disminuye.

Hay cambios importantes que cuando se vuelven crónicos empiezan a quemar o desgastar nuestros órganos, el mensaje es mandar más sangre a los músculos para correr, mandar más sangre al cerebro y al corazón, entonces la presión arterial se incrementa, porque el organismo siendo tan sabio, prevé que puedes estar en riesgo igual que hace 10 mil años salvando la vida, pero él no sabe que estás en una junta o manejando un coche, eso no lo sabe el sistema solo que tiene que salvarte de una situación de alerta.

Por esta razón no podemos eliminarlo, porque es parte del funcionamiento de un ser humano; sin embargo, sí podemos adaptarlo, para eso necesitamos conocernos y si vemos en la línea del tiempo los años que han pasado para que el hombre tuviera ese mecanismo de defensa, es nada, en relación con los millones de años atrás. Todavía nuestro sistema no se ha adaptado a este ritmo de vida, que ha sido tan acelerado en solo 200 años y peor en los últimos 50, nuestro cuerpo no está preparado para vivir el ritmo de vida de hoy, ahí es donde tiene que entrar nuestra autoconciencia y autoconocimiento de cómo funciona el estrés en mí.

Por lo mismo, en ocasiones no funcionan los programas antiestrés, porque trabajar con el estrés es algo muy personal. Cada quien tiene diferentes disparadores relacionados con la cultura de la persona, con su historia, su personalidad, sus características, algo muy individual. No solo nuestras reacciones, sino también los temas que nos generan estrés son puntos muy importantes para que una persona que quiera trabajarlo esté atenta y haga una revisión, lista o registro para conocer cuáles son los estresores con los que él vive y cuáles son sus reacciones, si no duerme, no come, se vuelve irritable, come de más, etcétera.

Algo importante es que la gente tenga recordatorios, aprovechemos la tecnología y pongamos alarmas para que, por lo menos, cada hora nos mande un mensaje de atención para respirar, no importa lo que estés haciendo, toma un minuto y recupera tu respiración más profunda, párate y dale la vuelta al escritorio, estamos sentados horas enteras y eso tampoco es bueno para el organismo, no es bueno para la circulación, para los músculos, para la circulación, para la digestión, no es bueno para la respiración.

Regresa y continúa, te va a refrescar y también te ayudará a estar atento a cómo te sientes para que recuperes el ritmo de respiración a uno más sano. Esto puede bajar el nivel de estrés inmediatamente, es un consejo básico, inmediato y simple.

Eres la Presidenta y Fundadora del Centro de Sonoterapia ¿En qué consiste la sonoterapia?

Es un instrumento maravilloso que tiene gran influencia sobre el cuerpo humano, todos los sonidos influyen en el cuerpo humano y todo lo que existe en este universo, los planetas, estrellas, galaxias, lo que quieras, genera una vibración.

Nuestro cuerpo no es la excepción, así como lo macro vibra, en nuestro micro universo todo vibra: el corazón, los pulmones, la presión arterial, todo tiene un ritmo y cuando nos enfermamos, enojamos, preocupamos, todo lo que nos saca de balance, nos hace entrar en otra frecuencia vibratoria poco sana y al estar más tiempo de una manera crónica en esa frecuencia, acabamos por enfermarnos.

¿Y qué hacen los sonidos? Los sonidos cuando son armónicos nos ayudan a entrar en una frecuencia vibratoria sana. Si tú tienes un sonido junto a ti, por ejemplo, los cuencos tibetanos con los que yo trabajo —son unas vasijas redondas metálicas a base de una fusión de siete metales diferentes que tienen un sonido especial—, al recibir esa vibración que entra por todo el cuerpo no solo por los oídos, ayuda a que resonemos a esa misma frecuencia, con lo cual nuestro sistema trabaja adecuadamente, nuestro sistema inmunológico se fortalece y el sistema nervioso se relaja.

Utilizar los sonidos armónicos puede ser de gran beneficio y hay gran cantidad de investigación científica seria, respecto a esto, muchos hospitales e instituciones en el mundo, institutos de estudios neurológicos, utilizan la musicoterapia y la sonoterapia como terapias complementarias a la medicina alópata, desde cáncer hasta en el quirófano para una cirugía; por ejemplo, si entras con unos audífonos a una cirugía con música de relajación, al final utilizas hasta 50% menos de anestesia, lo cual es muy importante porque la recuperación es mucho más rápida, al haber menos anestesia que eliminar de tu cuerpo. Mi intención es dar a conocer la sonoterapia para que la gente aproveche todos esos beneficios.

¿Cómo podemos utilizar la sonoterapia en la oficina?

Si no conoces nada sobre sonoterapia o musicoterapia, con que escuches la música que sabes que a ti hace que te relajes es suficiente, pero hoy están al alcance de cualquiera discos de musicoterapia y dirás, es que yo no me puedo relajar en la oficina porque debo estar súper activo, creativo y produciendo, sí; sin embargo, con la sonata K 448 de Mozart se han hecho estudios con estudiantes que demuestran que cuando la escuchan de 15 a 20 minutos previos a un examen, sus resultados son mucho más altos que el grupo de control, porque lo que hace cierto tipo de música y de sonido, su estructura matemática, literalmente afecta las neuronas y hace que las conexiones de la parte creativa, de la parte retentiva del lóbulo frontal, sean más activas, entonces la gente puede retener más lo que está leyendo, puede aprender más y ser más creativa.

Es un mito creer que porque estás escuchando música no estridente te vas a quedar dormido y no vas a ser efectivo, quizá no estamos acostumbrados a ello, pero cuántas veces hemos escuchado a gente decir que la gran idea que tuvieron fue cuando despertaron en la noche o estaban en la regadera, o viendo un paisaje y se les prendió una idea sobre un problema, un proyecto o una circunstancia, y es que en ese momento de más tranquilidad, de conexión contigo mismo, de apreciación, como de espaciosidad dentro de uno, es donde puede haber mucho más creatividad neuronal.

La musicoterapia puede ser utilizada en todos los aspectos, tanto en clínicas, hospitales, hogar, automóvil o taxi. Tenemos que aprender a vivir y a sobrevivir en la jungla en la que estamos, y al aislarnos y poner un poco de música que sea más agradable podemos ir cantando en el camino y dejar de ser tan serios, ya que es raro voltear a ver a alguien en la calle que esté sonriendo, generalmente vemos malas caras, si no es que te insultan por cualquier cosa, entonces se vuelve una comunidad agresiva, de poca amabilidad y respeto, sin importar a quién pisemos.

Cuando ya conoces el efecto de la música, del sonido en ti, en tu cuerpo, creo que lo puedes apreciar mucho más y utilizarlo para un mejor efecto y resultado.

¿Cómo es una sesión de sonoterapia?

Va acompañada de un masaje terapéutico especial que ayuda a liberar las memorias del cuerpo, porque guardamos los enojos, las tristezas, los miedos, ahí se va guardando en el nivel inconsciente, el primer paso es el masaje que ayuda a soltar y entonces utilizo 13 cuencos tibetanos que van alrededor de una persona y tres encima, en el pecho, en el abdomen y en el bajo vientre, y durante unos 20 minutos, más o menos, estoy tocando estos cuencos y las vibraciones influyen, afectan al cuerpo de la persona, de ahí pasamos a una camilla especial con bocinas integradas, donde la gente se acuesta y se pone unos audífonos de alta definición, y la música está haciendo que vibre la camilla, entonces el cuerpo también absorbe toda esa energía de sonido y la está escuchando.

Al terminar una sesión de estas puedes salir en otro estado mental y físico, ayuda a que te relajes, a que duermas mejor, a estar consciente de tus propios estresores o emociones que afectan tu vida diaria, así como a trabajar con ellas, estar mucho más centrados hacia adentro que hacia afuera, y más equilibrados en esta homeóstasis que debe ser el cuerpo y la mente humana.

Tener un equilibrio, un balance en lo físico, mental, emocional y espiritual ayuda a que la gente recupere esa memoria de armonía y de salud que hace que un cuerpo se regenere y se mantenga sano.

La otra parte de la sonoterapia es donde les comparto técnicas ancestrales de autocuración donde trabajas con el sistema endocrino, linfático, con los seis sonidos de curación del Tao de la cultura china, que ya se conocían desde hace miles de años.

El sonido de los pulmones es repetir la S, muchas eses, el de los riñones es Chiu, el repetir genera cierta frecuencia que van a esos órganos en particular. Otra parte es trabajar con los sonidos de los siete chacras de la cultura india, que son los sonidos de cada uno de los principales centros energéticos de nuestro cuerpo, para trabajar emociones y con parte del cuerpo físico.

También les enseño una serie de ejercicio del Tai Chi para la longevidad, la columna vertebral, los riñones, las rodillas, todo esto más otras técnicas, como el Grounding, que consiste en caminar despacio en el pasto, en la tierra, para recibir toda esa energía, todos esos electrones que están ahí y que son parte de la física del planeta que no aprovechamos, vivimos en ciudades asfaltadas usando zapatos, estamos desconectados de la energía de la tierra.

La gente aprende a meditar, a trabajar la mente y al final sale muy contenta, relajada y sintiéndose mejor; si tenían algún padecimiento, dolor o si traían algún conflicto sin resolver, atorado por ahí, salen balanceados y con un conocimiento interno que da una enorme fortaleza para aprender a tomar control sobre su vida, su cuerpo y sus emociones.

Estas técnicas están basadas en el sentido común, en el conocimiento de la naturaleza que después de que lo vives, lo escuchas y lo experimentas, y te das cuenta de que es algo tan sencillo como respirar, nada más que respiremos correctamente, empezando por ahí.

Todo es posible, cada vez me da más gusto escuchar que en los grandes corporativos se están aplicando técnicas Wellness, de bienestar, que incluyen el manejo del estrés laboral para que la gente se sienta feliz, contenta y relajada, así como otro que son las técnicas de control mental y de meditación llamadas Mindfulness.

¿Algo más que quieras agregar para nuestros lectores?

Invito a la gente a que averigüe o nos contacte, creo que estamos en un momento crítico y decisivo para hacer cambios en la vida y en la organización, en la sociedad. Es importante buscar un balance y recuperar nuestra salud. Estamos enfermos, somos una sociedad enferma, por lo que es importante recuperarnos como un ser humano.

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