Revista Contaduría Pública : IMCP | Una publicación del IMCP

  • Inicio
  • Revista Contaduría Pública
  • Artículos
  • Entrevistas
  • Multimedia
  • Universitarios
  • Investigación Contable
  • IMCE
ISSN 2594-1976
Artículos

Y detrás de la tecnología… El recurso humano que la hace posible ¡o imposible!

admin - 18 abril, 2016

Lic. Georgina Ávila Figueroa/Coach Ejecutivo y Consultora/Comunicación Corporativa/Trikon Comunicación/maavila@prodigy.net.mx

»Es imposible liderar a otros si no has aprendido a liderarte a ti mismo« ―Nelson Mandela

Al igual que cualquier proyecto tecnológico, uno de Big Data, Business Intelligence o Big Data Analytics, requiere una combinación de recursos única para cada proyecto y de muy diversa índole: tecnológicos, materiales, financieros, conocimientos en determinadas metodologías, certificaciones, investigaciones y tiempo, entre muchos otros; y sí, de aquel que hace posible todo lo anterior: el recurso humano, factor crítico de éxito, ya que cualquier estrategia, por brillante que sea, fracasa sin una buena ejecución, y viceversa, una extraordinaria ejecución hará brillar cualquier estrategia

Recordemos que en proyectos largos, complejos y caros donde nunca faltará un contratiempo, intervienen además, invariablemente, aspectos emocionales, motivacionales y psicológicos; elementos que con frecuencia no se ven, no se consideran y no se miden. Por ello, los recursos humanos son clave para el logro, ya que las tecnologías denominadas “blandas”, por ejemplo: la comunicación, la asertividad, la solidaridad, la disponibilidad para el otro, la empatía, diferentes culturas, formaciones profesionales diversas, respeto, saber trabajar en equipo, etc., son clave para lograr un mejor producto y, por ende, para lograr una ventaja competitiva.

Si partimos del hecho de que usted es experto en metodologías, leyes, normas, planeación de proyectos, manejo de presupuestos, coordinación de proveedores, tecnologías, etcétera, ¿cómo abordar el tema del factor humano?

Bachear constantemente el camino de un proyecto

Hacer terso el sinuoso camino de un proyecto es un trabajo de todos los días y en cada interacción humana que tengamos, coordinemos o planeemos, incluyendo, ¡ojo! las que tenemos con nosotros mismos; es decir:

Parta de la premisa de que todo proyecto influirá en la gente. Un proyecto tecnológico invariablemente afectará en forma directa la manera en la que alguien hace su tarea diaria, mediante la ejecución de un proceso, ofrece un servicio, hace una compra, lanza un nuevo producto, visualiza la información, deja de hacer un trabajo, toma decisiones, etcétera.

Clarifique la definición de los objetivos. Este es el paso vital para una gestión de proyectos de éxito. Un tip para recordar las características que debe contener un objetivo es la palabra SMART:

  • Specific/Específicos.
  • Measure/Medibles.
  • Achieve/Alcanzables.
  • Result/Orientados a un resultado concreto.
  • Time/En un marco de tiempo.

Si no cuenta con todas las características anteriores, no es un objetivo bien planteado y la falta de claridad conlleva implicaciones negativas. En el proyecto pueden derivarse retrasos derivados de malos entendidos, renegociaciones o incremento de costos por la necesidad de invertir más recursos. En su imagen puede haber deterioro al perder la confianza. En el equipo puede haber una carga de trabajo desequilibrada o conflicto de intereses entre los integrantes, malos entendidos, derivarse situaciones de insatisfacción o pérdida de motivación. Además de que le ayudará a manejar expectativas claras con su cliente, ya sea interno o externo.

Defina claramente a un patrocinador o Sponsor del proyecto. Asegúrese de que toda la organización sabe que el proyecto está siendo apoyado por la Dirección General, por el director de Finanzas, por el contralor o por quien haya sido nombrado patrocinador. El Sponsor es el principal vocero del proyecto y deberá comunicar a toda la organización la importancia y los beneficios del proyecto, con el fin de lograr un apoyo en todos los ámbitos necesarios, así como de estar atento al cómo informa la importancia y cuál será la prioridad que se le debe dar al proyecto, por lo cual deberá mantenerse informado de todos los avances y posibles dificultades. De tal suerte que pueda comunicar sobre los beneficios organizacionales, ecológicos, financieros, humanos, personales, políticos, estratégicos del proyecto; dependiendo de los participantes clave, la cultura organizacional, el impacto para el negocio y los objetivos buscados.

Comunique al mayor número de integrantes de la organización los beneficios del proyecto. Haga de lado aspectos técnicos y piense de qué manera ese proyecto apoyará positivamente a las personas, a los equipos, a las áreas y a la organización. Considere que algunas personas pueden ver el proyecto como una amenaza y, por ende, ser detractores, tener conductas negativas, contagiar a la organización de ideas en contra, lo que le pondrá tantas piedras en el camino que el proyecto puede ponerse en riesgo. Explica en qué punto se está, cómo se llegará y hacia dónde se irá. Recuerde que la asertividad es la habilidad fundamental para construir relaciones de crecimiento y bienestar.

Sea flexible, no laxo. Vaya midiendo constantemente y conforme surja la necesidad introduzca modificaciones considerando los alcances predefinidos. Deje que los colaboradores propongan alternativas. Guíe a los responsables para que gestionen meticulosamente y atiendan oportunamente desvíos. Comunique e informe con oportunidad y asertividad a la alta dirección y a la organización sobre modificaciones y asegúrese de que se llegó a acuerdos concretos entre las necesidades y deseos de la gente, y los responsables del proyecto; así, evitará que haya ideas como: “cambiaron el proyecto y no avisaron” o “para qué preguntaron si al final iban a hacer lo que querían”.

Trabaje en forma paralela un proceso de Team Coaching. Las personas son el activo estratégico más importante de un proyecto, por lo que un proceso de este tipo le permite asegurarse del compromiso y de que su equipo de trabajo se identifica con las metas del proyecto, trabajan a gusto y conocen la importancia de su aportación personal para el objetivo global; así, evitará la procrastinación y la proliferación de errores humanos debidos a pérdidas de atención o falta de concentración.

Sea firme al elegir a su equipo de trabajo. Las competencias y habilidades duras y blandas son esenciales, asegúrese de que las personas que trabajarán directamente con usted el proyecto cuentan con los conocimientos técnicos necesarios, así como  la actitud, proactividad y habilidad para aplicarlos a un fin específico.

Inteligencia emocional. Daniel Goleman fue el primero en acuñar el término “Inteligencia emocional” en su libro homónimo de 1995 y en aplicar el concepto al mundo de los negocios en un artículo publicado en Harvard Business Review en 1998. De acuerdo con el autor: “Es la capacidad de conocer, comprender, expresar, usar y regular las propias emociones. Es también la capacidad de reconocer las emociones de los demás, con el fin de construir relaciones interpersonales motivadoras y armónicas”. Es una práctica que se consolida y potencia durante toda la vida.

Una forma de aplicar la inteligencia emocional es comunicarse con asertividad, habilidad fundamental y crítica en la gestión de todo proyecto. Las personas que se comunican de esta manera se afirman tranquilamente y expresar sus emociones, ideas y opiniones, haciendo respetar su territorio y su zona de influencia, sin agredir o descalificar.

La persona que se comunica de manera pasiva no es capaz de expresar abiertamente sentimientos, pensamientos y opiniones, cuando lo hace, los expresa de manera derrotista, pidiendo disculpas o con desconfianza; no se respeta a sí mismo, lo único que busca es evitar el conflicto. Sufre estrés y ansiedad en las relaciones interpersonales, tiende a ser fácilmente manipulable, no se le suele tener en cuenta, por lo que tiende a sentir frustración y en ocasiones puede tornarse en agresividad hacia el proyecto, hacia el equipo o los clientes internos o externos.

La persona que se comunica de manera agresiva para defender sus derechos y expresar sus opiniones lo hace de manera impositiva y transgrediendo los derechos de los demás, suele utilizar ofensas verbales, insultos, amenazas, comentarios hostiles y humillantes. También de manera indirecta puede utilizar los rumores, las murmuraciones y comentarios sarcásticos. Su fin es alcanzar sus objetivos a toda costa y para ellos agrede a los demás, suele tener un sentimiento de poder y de conseguir siempre lo que desea. Generando conflictos sobre todo entre áreas.

Este punto es importante, ya que se han realizado estudios para evaluar la excelencia de sus profesionales, lo cual permitió establecer que 67% de las habilidades que se asumen como esenciales para el desempeño eficaz en el trabajo son de índole emocional. Podemos ser excelentes técnicos o tener muchos y grandes conocimientos, pero si no logramos trasminarlos hacia los demás, difícilmente lograremos crecer; y si lo hacemos, será en detrimento de nuestra salud personal y la del equipo. Cuando la inteligencia emocional se asocia positivamente con la intelectual, ambas aumentan, se vuelven sinérgicas.

El trabajo en equipo como arte

No es una receta mágica; sin embargo, pareciera que sí, ya que cada vez que trabajamos en equipo percibimos mejores resultados y una vez que logramos conformarlo, los resultados de cada proyecto siempre son favorables. Es importante considerar que es un arte que podemos aprender, y en esa medida tenemos mayores beneficios, tanto en nuestra vida profesional como en la personal.

No nos educan para trabajar en equipo, casi todo lo contrario cuando escuchamos aquello de “divide o vencerás”, o cuando vemos a personas que no saben delegar, coordinar esfuerzos o comunicar. Apreciamos que para muchos colaboradores lo más fácil es obedecer y el camino más sencillo es que me digan qué hacer, por lo que debemos luchar contra algunos paradigmas de la educación tradicional como el trabajo mecánico y repetitivo, o el trabajar solo con el número como objetivo, sin un enfoque sistémico y de constante aprendizaje.

En ocasiones nos sentimos derrotados preguntándonos: “Si sabemos que tiene la capacidad ¿por qué no lo hizo? ¿Por qué no respeta los acuerdos? ¿Qué pasa?, o peor aún, nos enfrentamos a factores que aparentemente no tienen nada que ver con el proyecto, como juicios, críticas, supuestos, creencias limitantes.

Mi recomendación es que en todo proyecto involucre a un Coach, al área de recursos humanos, a un consultor de gestión de talento, es decir, considere trabajar en el recurso que desarrollará y apoyará el uso o desuso de los resultados de su proyecto, ya sea tecnológico, financiero, contable o del tema que sea. Recuerde que un verdadero equipo de trabajo es un grupo de personas con habilidades complementarias, que comparten un propósito, que tienen metas de desempeño común y cada una con maneras particulares de trabajar, cuyo reto será, aún más arriba que el objetivo del proyecto, el aprender y trabajar de manera consciente, viviendo las características propias de un equipo:

  • Apoyo
  • Compatibilidad
  • Confianza
  • Cooperación
  • Paciencia
  • Adaptabilidad
  • Compromiso
  • Amistad
  • Humor
  • Coraje
  • Entusiasmo
  • Generosidad

Los recursos humanos son la masa crítica y juegan un papel fundamental en el éxito de cualquier proyecto. Su adecuada orientación, gestión y resultados dependerán de la habilidad que se tenga para dirigirlos eficazmente.

 

 0
Share Now
Previous Post Big Problem?
Next Post Entrevista con Mayte Vivo de Wallander. Líder de la COPARMEX en Durango y Directora de la empresa Wallander

Síguenos

Entredas Recientes

  • El proceso de seguimiento y corrección

    Artículos
  • Relevancia del proceso de aceptación y continuidad

    Artículos
  • Desafíos relacionados con los nuevos componentes y sus objetivos de calidad en la NIGC 1

    Artículos
  • El impacto de la Norma Internacional de Gestión de la Calidad en las Firmas de Contadores medianas y pequeñas

    Artículos
  • Manuel Arias.

    Artículos

Contaduría Pública es una publicación mensual editada por el Instituto Mexicano de Contadores Públicos, A.C. (IMCP), Bosques de Tabachines 44 Fracc. Bosques de las Lomas 11700. Ciudad de México +5255 5267 6400 / ISSN 2594-1976 www.imcp.org.mx

Contáctanos

Síguenos

Categorias

Actualización Contable Aportaciones de los Asociados Artículos Docencia Editorial Entrevista Entrevistas Fiscal IMCE Revista Digital Revista especial de agosto 2020 Revista Impresa Universitarios

SUSCRÍBETE AHORA

Desea recibir los boletines informativos del imcp

SUSCRÍBASE AQUÍ
  • Acerca de
  • Comisión de Revista
  • Contáctanos
  • Aviso de privacidad
  • Media Kit 2018

CONTADURÍA PÚPLICA 2018 D.R. IMCP